Criado en una sociedad en la que en ese entonces no se permitían muchas cosas, y con el deseo de trascender en lo que más las gustaba, Ramiro David hoy es un diseñador tapatío de joyas, que a lo largo de 18 años ha logrado consolidarse como un referente en la creación de accesorios únicos y de calidad dentro del mundo de la moda en México.
Titulado en Arquitectura de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y tras haber iniciado en el modelaje -a escondidas de sus padres-, cuenta cómo a lo largo de los años sobrepasó los estereotipos de que las joyas "no son para niños", al grado de contar ya con múltiples premios y distinciones, y una vasta carrera llena de múltiples experiencias.
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Con presencia internacional, sus joyas han modelado no solo en múltiples concursos o certámenes, sino que han aparecido en series, desfilado en la Fashion Week de New York, y llegado hasta las manos de la misma corona española. Todo esto, narra, por seguir un sueño en el que se empeñó a cumplir.
¿Cómo fue que inició Ramiro David?
Empecé en un concurso muy pequeño en Guadalajara y que se convirtió en nacional. Me entregaron en Los Pinos un reconocimiento hace 18 años, y a partir de ahí se viene dando todo esto en los cuales he participado en certámenes tan importantes como fue Nuestra Belleza, con Lupita Jones, que ahora emigró a lo que es Mexicana Universal. Estuve a cargo de toda la joyería y accesorios por más de 9 años.
¿Qué te motivó para seguir con la joyería y la moda?
Que si tenemos sueños trabajándolos se pueden lograr. Me tocaron muy buenos maestros y tenía hambre de poder crecer, de poder estar en ese ámbito. Yo nunca me imaginé estar en la casa por ejemplo de Lucía Méndez y que yo le haya hecho piezas especiales, que me haya invitado a su casa para hacer publicidad con mis piezas.
¿Qué es lo que distingue tu trabajo?
Cristales es lo que manejo en gran mayoría, también materiales como la plata, plata chapeada, piedras semipreciosas. Y no a todas pongo lo mismo, yo veo la personalidad de cada una, a qué se dedican, qué quieren proyectar. Eso también es lenguaje, porque comunicamos con un arete, una pulsera, con cómo lo portas.
¿Cuál es tu fuente de inspiración para la creación de tus joyas?
La mujer es mi principal musa. Son camaleónicas, pueden ser muy dulces, pero de repente se pueden poner un vestido muy sexi, y luego ya le ponen un arete y se ven dramáticas, o naturales. Y eso amo. También baso un poco también mis estudios como arquitecto, porque tengo ese sentimiento de poder investigar por si me inspiro en alguna cultura para una colección.
¿Qué personalidades han usado tus joyas?
De lo más reciente, en la serie Amores que Engañan, coproducción de Brasil-Estados Unidos, y me escogieron para crear piezas especiales para todo el elenco. Hablamos de Ivonne Montero, Marjorie de Sousa, Carlos Ponce. Pero he trabajo con muchos más, Paty Cantú, Ninel Conde, Verónica Castro, e infinidad de personas.
¿Qué sueño te falta por cumplir?
Estar en dos grandes ciudades; estar en un desfile en París, presentando unitariamente en algún fashion week y en Milán también. Y se vale soñar, porque nunca imaginé estar en el Fashion Week Nueva York. Me encantaría también estar en alguna gran película, creando todo el arte de joyería.
¿A casi dos décadas de carrera puedes decir que los sueños se cumplen?
Los sueños sí se cumplen, pero hay que trabajarlos. Tienes que ser tenaz, tienes que visualizarte, tienes que estudiar, tienes que invertir en tiempo y dinero, en tantas cosas. Hay que documentarse, hay que preguntar, no quedarte con la duda, en ver tus colegas y con quién podrías crecer. Sí es básico soñar, yo soy muy soñador. Ramiro David sí es profeta en su tierra, en su Guadalajara.