Pedro Infante, a 60 años de la partida del ídolo de México

Agencia NTMX

  · sábado 15 de abril de 2017

México.- A 60 años de su muerte, Pedro Infante es un casoúnico en el firmamento artístico de México y América Latina,pues aunque es una figura que sobresalió en el milenio pasado, enel presente sigue teniendo repercusión como fenómeno social.

Le llaman el “Ídolo inmortal” porque después de él no haexistido otro que se le compare. Al perder la vida, el 15 de abrilde 1957, a través de un accidente en avioneta, el actor y cantantese convirtió en el mito, en la leyenda y en el icono delfanatismo. Pedro Infante murió a los 39 añosen la cúspide de su carrera. Fue un hombre de talento histriónicopoco común, un verdadero polifacético. Lo mismo interpretó encine a un carpintero, que a un sacerdote, un motociclista, unmillonario o a un indio en dramas y comedia”, afirmó elsociólogo Baltazar Gómez Pérez.

Foto: Archivo Cuartoscuro

No solo cantó boleros, también huapangos, rancheras y en elidioma inglés, alcanzando una tesitura perfecta mediante más de300 canciones grabadas. En el trato diario,poseía un gran carisma. Era sencillo, amable con el público,caritativo, alegre, enamoradizo, pícaro, bromista, cantador y sinposes, por lo que el pueblo comenzó a verlo como su imagen ante elmundo; como el charro que representaba a toda una cultura”,añadió el experto. Fueron 17 años de intenso trabajo quelo llevó a destacar no solo en México, también en países deAmérica Latina, Estados Unidos y España, donde poco antes de sufallecimiento, ya se preparaba la filmación de una película.

Foto: Archivo Cuartoscuro

En la misma época surgieron artistas como Jorge Negrete, PedroArmendáriz, Luis Aguilar y Arturo de Córdova, pero ninguno comoInfante. Mientras que Jorge Negrete, a travésde sus películas, destacaba por sus desplantes de altivez y PedroArmendáriz como el charro machista y altanero, Pedro Infante sefue convirtiendo en un símbolo porque tanto representaba al charrovaliente, amoroso y cantador, como al héroe de barrio a través depersonajes como ‘Pepe, el toro’”, explicó el estudioso enMemoria Histórica y Cultura Popular. Fue en 1939 cuando eloriginario de Mazatlán, Sinaloa hizo su primera participación encine. Fungió como extra en la película “En un burro tresbaturros”, y para 1942 ya alcanzaba su primer protagónico en elfilme “Jesusita en Chihuahua”, de René Cardona.

Foto: Archivo Cuartoscuro

Sin embargo, fue hasta 1944 que logró éxito mediante “¡Vivami desgracia!” y “Escándalo de estrellas”, justo cuando laSegunda Guerra Mundial (1939-1945) estaba por concluir y el cinemexicano se distinguía en la llamada Época de Oro. El ‘Ídolo de Guamúchil’ llegó a destacar justo en elmomento que América Latina y México aún estaban sentidos por laguerra y, precisamente, cuando se expandió el cine mexicano haciatoda Latinoamérica, por lo que tener estrellas de su tipo, delcharro mexicano, consolidaba la identidad nacional”,resaltó. En películas como “Pablo y Carolina” (1957),“Los Gavilanes” (1956), “Cuidado con el amor” (1954), “Elmil amores” (1954) y “Dos tipos de cuidado” (1953), entreotras, se le hace fama de mujeriego, pero también se le exponecomo el tipo de hombre ideal.

Aunque haya transcurrido mucho tiempo delestreno de aquellas cintas, y no obstante que las característicasdel hombre actual son diferentes, gracias a él, tanto en Europacomo en Norteamérica, se continúa viendo al mexicano bajo esesímbolo: como el enamorado, el cantador y el borracho, aunque estoúltimo no sea precisamente lo mejor, pero así se exponía en elcine de la época”, señaló. Aunque en la actualidadexisten grandes representantes de la música vernácula comoVicente Fernández, Alejandro Fernández y Pedro Fernández,Baltazar Gómez considera que ninguno logrará trascender como lohizo el llamado “Ídolo de México”. Puessi hoy hiciéramos una encuesta, mucha gente diría que Pedro es yseguirá siendo el número uno porque se identifican conél.

Foto: Archivo Cuartoscuro

Incluso, hay policías de tránsito que losiguen tomando como un símbolo, como un representante de ellosluego de que hizo la película de “A.T.M. ¡A todamáquina!” (1951). Dicen que estar cerca de él era como estaral lado de un héroe nacional, como si fuera Emiliano Zapata oPancho Villa”, destacó. A lo largo de su trayectoria,Pedro Infante participó en más de 60 títulos cinematográficosy, de acuerdo con el catedrático desde hace 28 años en laFacultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UniversidadNacional Autónoma de México (UNAM), no existe adolescente queignore algo de él, aunque sea un dato sencillo.
“Por más ‘millennials’ que sean los jóvenes, acualquiera le impacta cuando ‘Pepe, el Toro’ llora por lamuerte de su hijo, ‘El Torito’. La manera en que actúa es tanfantástica que logra conmover”, dijo.

“El cine mexicano tuvo la característica de ir formando unaidentidad, de crear nuestro nacionalismo a través de imágenes osímbolos. Aunque la gente viva en las zonas urbanas, en lasgrandes ciudades, no deja de tener el imaginario de la zona ruralgracias a los filmes”.

Algunas de las canciones más recordadas en su voz eran“Amorcito corazón” y “Bésame mucho”, pero “Lasmañanitas” son las que se escuchan en cada celebración decumpleaños en los hogares mexicanos. A lafecha, no hay barrio, no hay pueblo y no hay fiesta que no cante‘Las mañanitas’ con Pedro Infante”, quien en conmemoracióndel 60 aniversario de su muerte, será recordado por sus seguidoresa través de diversos eventos y actividades en su natal Sinaloa yen el Panteón Jardín de esta ciudad. Lo mismo que cadaaño, indicó Baltazar Gómez, habrá quienes acudan a rendirlehomenaje, caracterizados al igual que sus personajes enlargometrajes como: “Tizoc”, “A.T.M. ¡A toda máquina!”,“Pepe, el toro” o “Los tres huastecos”.

Foto: Archivo Cuartoscuro

Y de nuevo estarán quienes afirman que PedroInfante vive, que habita en tal lugar o que está desfigurado. Sianalizamos sociológicamente este hecho, hay gente que niega hastaque Zapata esté muerto. Dicen que anda en Arabia con suscompadres”. En el caso de Infante, apuntó, “fuedifícil y sigue siendo difícil aceptar su partida porque muriómuy joven y en una etapa de madurez artística. Puedes aceptar queperdió la vida un vecino o un político, pero no tu ídolo porquetiene que ver con la idea de que los símbolos como él soninmortales y es así como nace la leyenda”, concluyó.

Baltazar Gómez ha escrito 16 libros de historia, cuentos ynovelas. Entre sus títulos destacan: “Rescate de la memoriahistórica del pueblo de Santa Úrsula Coapa”, “El Tigre delPedregal”, “Los viejos barrios de la ciudad de Querétaro” y“Los dos Nahuales”, entre otros.

Lupita Infante Torrentera / Foto: Archivo Notimex

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