Con los lanzamientos dentro de las diversas plataformas, una de ellas es la serie de Netflix “Drácula” que adapta el clásico de Bram Stoker, la cual fue publicada en 1897 y, a la fecha, sigue en circulación.
Se narra la historia de un vampiro viaja desde Transilvania hasta Inglaterra, donde planea comenzar un nuevo reino de terror, y su protagonista se esconde bajo la apariencia enigmática tras perder al amor de su vida hace 400 años.
Cuando el Conde Drácula conoce al abogado Harker y a su mujer, Mina, se sumerge en sus recuerdos, ya que la prometida de Harker se parece a su amada y, por tal razón, el vampiro viaja de su lugar de residencia hasta Londres, donde acaba aterrorizando a los que les rodea.
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La encargada de luchar contra el ser es la hermana Agatha Van Helsing (Dolly Wells), una monja que intenta descubrir la verdad detrás de su mayor debilidad, la cruz.
En su primer episodio, Jonathan Harker llega a las puertas del convento de Agatha y cuenta todo lo que vio mientras fue prisionero en el castillo del conde.
Luego de escucharlo, Van Helsing profundizó en las leyendas vampíricas y descubrió que tenía tres limitaciones, ya que un vampiro no puede entrar a una residencia sin ser invitado, no puede soportar la luz solar directa o de lo contrario lo destruirá, y temer a la cruz.
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Mark Gatiss y Steven Moffa son los escritores a cargo de la trama y encargados de hacer la adaptación, que constan de tres los episodios que aparecerán en la plataforma digital, contarán cada uno con 90 minutos, en donde se dan a conocer los “miedos” de este personaje, formaron las leyendas y mitos sobre los vampiros.