Cuando en 1999 se estrenó la película “El proyecto de la bruja de Blair”, el novedoso discurso narrativo que empleó, impactó en el miedo colectivo. Las salas de cine en todo el mundo se llenaron para ser testigos de una historia presentada como un falso documental que reportaba la desaparición de tres jóvenes cineastas mientras buscaban recabar testimonios sobre una leyenda terrorífica en un pueblo de Estados Unidos.
Un año después de su ausencia, se encuentra el metraje de las grabaciones que lograron hacer durante su investigación y eso es lo que ve el espectador en pantalla. Con esa premisa, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, directores y creadores del guion, marcaron un hito en la historia del cine de terror, imponiendo un formato que se sigue replicando y que ahora se revivirá para mostrar a las nuevas generaciones el horror clásico.
La empresa Blumhouse del productor y experto en el género de terror, Jason Blum es la encargada de traer de regreso “El proyecto de la bruja de Blair” para el estudio Lionsgate.
Blumhouse es responsable de “Actividad Paranormal”, “La purga” y “M3gan”, éxitos de bajo presupuesto, cómo lo fue en su momento este clásico estrenado hace 25 años, que se realizó con 60 mil dólares y logró ingresar en taquilla 248 millones de dólares.
De acuerdo con la revista Variety, el anuncio de esta nueva producción se hizo en CinemaCon, la feria anual de complejos cinematográficos, esta será la primera cinta de varias en las que se retomarán historias ya probadas.
Adam Fogelson, jefe de Lionsgate, comentó a través de un comunicado que la idea será reintroducir, con una nueva visión, los clásicos de terror a las nuevas generaciones. Mientas que Jason Blum confesó su admiración por “El proyecto de la bruja de Blair”, porque “se convirtió en un fenómeno cultural. No creo que hubiese existido ‘Actividad paranormal’ sin la primera ‘Bruja de Blair’, esto es una oportunidad especial y estoy emocionado por ver a dónde nos conduce”.
“El proyecto de la bruja de Blair” fue protagonizado por los actores Michael C. Williams, Joshua Leonard y Heather Donahue, quienes tomaron un curso rápido de cine, respectivamente, ellos fueron los encargados del sonido, el manejo de la cámara de 16 mm y la narración, lo que proyectó la sensación al espectador de estar inmerso en la acción, uno de los elementos que abonaron al éxito del filme.
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La película se filmó en ocho días, a los protagonistas sólo se les dio un guion de 35 páginas, en muchas de las escenas no sabían realmente a lo que se iban a enfrentar, la idea de los directores era lograr el mayor realismo posible.
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