El galardonado con el Mayahuel al Cine Iberoamericano Julio Medem, habló en la Máster Class que impartió en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG36) de su primera serie “Jai Alai” donde manifestó llevará el cine al formato de serie.
El director, guionista y productor de cine español, en la plática con un público ávido de escucharlo, recordó que su magia con el cine inició cuando su padre le enseñó a rodar en Super 8.
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Aunque estudió la carrera de medicina, nunca llegó a ejercer como psiquiatra, sin embargo, dijo que en el proceso de sus películas la hace de psicólogo/psiquiatra con los actores y actrices logrando una introspección con los personajes a interpretar.
Recordó que a los 14 años se enamoró de su vecina de 11 años que cuando le declara su amor, ella corrió, que, aunque le dolió le llevó a escribir “Mi primer día”.
El ganador del Premio Goya como mejor director por su película Vacas, hizo un recorrido por sus películas, manifestó que le gusta que sus películas sean un poco impredecibles, "que lo que sucede no sea la consecuencia lógica, y me pongo en el proceso de ponerme como si yo fuera un espectador. Hago de cuenta que tengo un niño dentro que juega y juega muchísimo, y tengo la idea de que la película va a ser mucho mejor de lo que yo imaginé. Quiero superar siempre lo imaginado. El proceso de rodaje para mí es la esencia y el momento de la magia”.
La relación con su mujer y como la conoció la plasmó en su película Lucía y el sexo: "yo me enamoré de mi mujer a través del sexo, y me enamoré absolutamente, y está dedicada a ella mi película Lucía y el sexo”.
Medem habló del contacto que tuvo con el afamado director de cine Stanley Kubric que lo recomendó con el cineasta estadounidense Steven Spielberg para hacer la película de "La máscara del Zorro", pero no quiso hacerla.
A Kubrick le gustó su segundo largometraje, 'La ardilla roja' (1993), premiada en el Festival de Cine de Cannes, destacó la influencia femenina en sus filmes y el sexo.
“En todas mis películas hay una historia de amor. Todas se pueden contar como una historia de amor. No sé por qué, pero es así, y dentro de esto cabe también el sexo”, señaló el cineasta español.
Disfruta mucho el rodaje, ahí se vive la magia, lo que puede hacerse más, improvisar y su equipo lo sabe y que también le propone. Al concluir dice que puede ser benévolo con lo que logró.
Subrayó: “me meto tanto, es que yo me convierto en ellos también. Es un viaje al fondo del alma, y entro a esa ultra-intimidad. Me meto a fondo y ahí no tengo pudor. Me parece muy atractivo, creo que para hacer ese retrato del personaje y de la atracción entre los personajes, de pronto, el sexo entre ellos puede tocar el alma. De hecho, toca el alma. Ellos se enamoran a través del sexo. Ellos juegan, es un disfrute, son felices haciendo sexo”.
Condujo la Máster Class, Ximena Urrutia, directora de Mercado del FICG36. Estuvo presente la esposa del cineasta.