Hablar de Jorge Falcón es recordar sus rutinas de chistes en las que da muestras de ser uno de los maestros de la profesión más difícil del mundo como hacer reír. Y como no, si desde siempre ha tenido la facultad de alegrar la vida de quienes lo rodean, con esa mente que gira y gira en torno al buen humor y si a eso se le suma el don de crear mil gesticulaciones con el rostro y lo esponjado de su cabello, lo que ha sido uno de los elementos básicos para divertir a su público, lo hace uno de los artistas más importantes de los últimos tiempos.
Son 50 años en los que se ha dedicado a estar arriba de los escenarios, cantando y deleitando a sus seguidores con sus rutinas simpáticas. Toda una vida entreteniendo y que a partir de este año comenzó a poner candados en diversas ciudades del país, siendo Guadalajara, donde cierra el ciclo y sus fans le rindieron tributo con su actuación.
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Pero Jorge Falcón no solo sabe contar lo que él llama "anécdotas graciosas", sino que también canta, baila y hasta hace imitaciones de grandes artistas, algunos con los que tuvo la oportunidad de compartir el mundo de la farándula, como es el caso de Juan Gabriel, Raphael, Chabelo, Mario Moreno "Cantinflas", "Manolín y Chilinsky", "Tin-Tan", Adalberto Martínez "Resortes" entre otras tantas estrellas de la televisión mexicana, a quienes honró en el show que tuvo una duración de dos horas.
Una de las grandes habilidades de Falcón es saber mofarse de situaciones difíciles y más aún si tiene como aliado a su rostro, ese que parece como si fuera de goma, al transformarse en cada oportunidad en múltiples opciones y con ello viene la risa, la cual es inevitable en la gente que lo observa actuando. Cierto es que su profesión es el de divertir y hacer pasar un rato ameno a todos; sin embargo, durante su estancia en Jalisco, no pudo evitar el ponerse melancólico con ciertas canciones y desde luego, el saber que debe retirarse de una profesión en la que dedicó gran parte de su vida.
"50 años en el medio se dicen fácil, pero es toda una vida, mi familia", se escucha decir a Jorge.
Mi familia. Así es como bautizó desde siempre a su público fiel, el que lo acompañó durante cinco décadas y quienes le retribuyeron de gran manera, despidiéndolo con una fuerte ovación, de pie y aplausos que duraron poco más de los tres minutos, lo que conmovió y mucho al artista. Posteriormente, el colegio donde dio su presentación le otorgó una placa, reconociendo su talento, por lo que de inmediato el homenajeado se ve invadido por la emoción y al querer dar un mensaje de agradecimiento, simplemente se le corta la voz, ofrece disculpas y su gente se le entrega con más aplausos, mientras abandona el templete en medio de un "mar de lágrimas".
"Gracias por invitarme a esta aventura tan hermosa, donde termina una época...", es lo poco que alcanza a decir para después ser "abrazado" por el público de Jalisco, quienes le hacen saber que su presencia en el mundo del espectáculo será extrañada por todos.
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