/ domingo 21 de julio de 2024

Javier Ramírez: como pasó de ser un estudiante de odontología a bajista de distintas bandas de rock

Javier “El Cha!” Ramírez creció con mucha música en su hogar. Desde Los Panchos y Pedro Infante, hasta Led Zeppelin y Kansas

Javier “El Cha!” Ramírez creció con mucha música en su hogar. Desde Los Panchos y Pedro Infante, hasta Led Zeppelin y Kansas, siempre había una buena canción llegando a sus oídos y, sin saberlo, inspirándolo para lo que sería su propio camino como bajista de bandas como Fobia, Moderatto y Gran Sur.

Con la buena actitud que lo caracteriza, el originario de la Ciudad de México se sienta a una charla con El Sol de México, que comienza recordando los días cuando estuvo a punto de dedicarse a la odontología.

“Ahí me empezó a gustar mucho la música, me gustaba mucho también cuando comprábamos discos, y que los álbumes nacionales, tenían pósters o las letras de las canciones, o quién había grabado qué, me clavaba mucho en eso y pues ahí me quedé”.

Su primera banda la formó cuando todavía era un estudiante de secundaria, y por sugerencia de uno de sus amigos compró un bajo, y comenzó a aprender a tocar por su cuenta. Los primeros covers que hicieron eran de Pink Floyd, inspirado en los músicos que lo ayudaron a comprender la importancia del bajista en una agrupación.

“Aprendí mucho de los discos de los años 70 y principios de los 80. La música disco tenía grandes líneas de bajo, de Chic, por ejemplo, eran increíbles sus líneas de bajo, a pesar de que en aquella época la música disco era mal vista por los rockeros, a mí me gustaba mucho”, contó el también locutor y actual conductor de “La hora nacional”.

“Como bajista sí hay cosas increíbles todo el tiempo y líneas de bajo inmortales. En el rock también me encontraba varias, y las iba sacando. Cuando empecé a descubrir, digamos que mi música, no la de mis papás ni de mis tíos, me fui mucho por el New Wave, me gustaban mucho el grupo China Crisis, por ejemplo, los primeros discos de U2, como lo que hacía Adam Clayton, en la línea de bajo de ‘New Year's Day’”.

DESCUBRIENDO SU VOCACIÓN

Aunque él se sentía muy seguro de su decisión, su familia opinaba lo contrario. Sus dos padres se dedicaban a la odontología, por lo que consideraban que ese sería el camino óptimo para él, pues sería más fácil tener éxito.

Para intentar seguir con esos deseos, se inscribió en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero únicamente llegó a la mitad, pues en ese entonces comenzó su camino con el grupo Fobia, al lado de Leonardo de Lozanne, Paco Huidobro, Gabriel Kuri e Iñaki Vázquez.

“Fui dos años (a la escuela), pero llegó un momento en que dije, ‘no puedo’. No me gustó, traté y no pude, y en ese momento mis compañeros de la banda, traían una matota increíble, y yo no, debía tener el pelo corto porque tenía que ir a la escuela”, recuerda entre risas.

Cuando finalmente le dijo la verdad a sus papás, fue después de haber visto la cinta “La sociedad de los poetas muertos”, donde uno de los personajes principales se quita la vida cuando su padre no le permite seguir su sueño de ser actor. “Me vi reflejado en esa historia”, cuenta.

Sin comentarles la trama de la película, les compró dos boletos para el cine, y cuando regresaron a la casa, algo nerviosos porque creían que había tomado la misma decisión, finalmente se sentó con ellos a hablar.

“Les dije que no sabía si me quería dedicar siempre a la música, pero sí quería ver qué pasaba. Eventualmente grabamos el primer disco y se lo enseñé a mi papá, se alegró y me dijo que ya me podía dedicar al diente, pero yo no me quería dedicar a ser dentista”.

A la par de la música, descubrió el diseño gráfico, profesión en la que también se ha desarrollado con éxito, diseñando portadas de discos para Fobia, y algunas otras figuras como Los Liquits, Volován, Jumbo, Natalia Jiménez y Manuel Mijares.

Éste último fue quien lo acercó a los cantantes de pop, gracias a que deseaba sacar un concepto diferente al resto de sus álbumes. “Trabajamos con él un disco que se llamó “Capuccino”, desde el nombre nos dio todo”.

“Entonces, fuimos a un café en La Condesa, les pedimos permiso de pintar en su ventana con pincel el nombre de Mijares y abajo el del disco, como si fuera el nombre del lugar, y del otro lado del cristal estaba él echándose un cafecito. Muy sencillo, pero es de mis portadas favoritas, porque es justo lo que él necesitaba”, agregó el ex locutor de Reactor.

Hasta la fecha, Javier continúa desempeñando esa faceta como diseñador a la par de la música, al frente del estudio Hula Hula, donde ha trabajado desde portadas de álbumes, hasta videos de animación para MTV.

ROCKEANDO CON AMIGOS

Su pasión por la música llevó a Javier a colaborar en las bandas Fobia, Moderatto y Gran Sur. Las tres con conceptos diferentes, pero le han permitido desarrollar su propio estilo como bajista.

A la primera llegó por recomendación del vocalista, Leonardo de Lozanne, quien fue su compañero en la preparatoria. “Tocamos en un festival de música que organizaba la escuela, y ahí de repente Paco me pide que me hinque y le preste mi bajo. Me hizo así como caballero de la mesa redonda, y me dijo que era el nuevo bajista de Fobia”.

Su historia con esta agrupación ha sido intermitente, presentando discos como “Fobia”, “Mundo feliz” y “Leche”; e incluso grabaron un Unplugged durante la pandemia.

En 1999 se conforma el grupo Moderatto, donde tocó bajo el nombre de “Xavi Moderatto”, el cual dedicó gran parte de sus más de 20 años de carrera a hacer covers rockeros de éxitos del pop. Según recuerda Javier, esta idea la tuvo después de haber visto una película donde aparecía una agrupación así.

“Nunca pasé por una etapa metalera, del rock clásico me fui directo al New Wave y ese tipo de cosas, entonces para mí el metal siempre fue curioso. Cuando Fobia se separa la primera vez, estaba viendo la película de “El cantante de bodas” de Adam Sandler, y me pregunté por qué no había una banda similar que tocara esas rolas”.

Además de los covers, lanzaron temas propios como “Sentimettal”, “Si mi delito es rockear”, “Quemándome de amor” y “Gracias”. Su éxito se extendió durante dos décadas, hasta su despedida en el Palacio de los Deportes el pasado 23 de marzo.

Su proyecto musical más reciente, Gran Sur, data de finales de 2016, teniendo como compañeros a Sofía Mayen, Elohim Corona e Iñaki Vázquez, estos dos últimos también ex integrantes de Moderatto.

Al hacer el balance de este paso por el rock, considera que ha tenido varios momentos de “estrella de rock”, con lo cual le queda en claro que eligió el camino correcto.

“Este cierre de Moderatto, los shows que hicimos en México, Centro y Sudamérica, tuvimos chance de ir a Japón y a China. Con Gran Sur hemos tenido chance de ir a Estados Unidos y Francia a tocar, con Fobia logramos armar algo bueno.

“No sólo es mérito nuestro, también las condiciones del país en cuanto a política y economía, pero nosotros estuvimos ahí con esta música que tuvo mucha repercusión con mucha gente”, agregó.

EXPLORA OTRA FACETA

A la par de sus proyectos musicales, “El Cha!” debutó recientemente en la actuación, al dar vida a Benito Castro en la serie “¿Quién lo mató?”, donde se narra parte del caso del asesinato de Paco Stanley.

El personaje llegó a sus manos luego de que el director, Beto Hinojosa, lo llamara tras conocerlo a través de su trabajo como locutor. “Cuando me llama por primera vez pensé que sería un cameo, pero era un episodio entero”.

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Fue así como le enviaron el guion, y en cuanto lo leyó fue de su agrado la historia, y tras asesorarse con Leonardo de Lozanne sobre cómo abordar el personaje, aceptó sumarse al elenco al lado de figuras como Diego Boneta y Luis Gerardo Méndez.

Su trabajo fue bien recibido, e incluso la serie rompió récords de audiencia al convertirse en la más vista de Prime Video México, según datos de la misma plataforma.

El éxito de este proyecto lo dejó con ganas de seguir explorando su faceta actoral, e incluso adelantó que ya se está preparando para ampliar su rango. “Entre mis estudios musicales, también están los estudios de actuación”, finalizó.

Javier “El Cha!” Ramírez creció con mucha música en su hogar. Desde Los Panchos y Pedro Infante, hasta Led Zeppelin y Kansas, siempre había una buena canción llegando a sus oídos y, sin saberlo, inspirándolo para lo que sería su propio camino como bajista de bandas como Fobia, Moderatto y Gran Sur.

Con la buena actitud que lo caracteriza, el originario de la Ciudad de México se sienta a una charla con El Sol de México, que comienza recordando los días cuando estuvo a punto de dedicarse a la odontología.

“Ahí me empezó a gustar mucho la música, me gustaba mucho también cuando comprábamos discos, y que los álbumes nacionales, tenían pósters o las letras de las canciones, o quién había grabado qué, me clavaba mucho en eso y pues ahí me quedé”.

Su primera banda la formó cuando todavía era un estudiante de secundaria, y por sugerencia de uno de sus amigos compró un bajo, y comenzó a aprender a tocar por su cuenta. Los primeros covers que hicieron eran de Pink Floyd, inspirado en los músicos que lo ayudaron a comprender la importancia del bajista en una agrupación.

“Aprendí mucho de los discos de los años 70 y principios de los 80. La música disco tenía grandes líneas de bajo, de Chic, por ejemplo, eran increíbles sus líneas de bajo, a pesar de que en aquella época la música disco era mal vista por los rockeros, a mí me gustaba mucho”, contó el también locutor y actual conductor de “La hora nacional”.

“Como bajista sí hay cosas increíbles todo el tiempo y líneas de bajo inmortales. En el rock también me encontraba varias, y las iba sacando. Cuando empecé a descubrir, digamos que mi música, no la de mis papás ni de mis tíos, me fui mucho por el New Wave, me gustaban mucho el grupo China Crisis, por ejemplo, los primeros discos de U2, como lo que hacía Adam Clayton, en la línea de bajo de ‘New Year's Day’”.

DESCUBRIENDO SU VOCACIÓN

Aunque él se sentía muy seguro de su decisión, su familia opinaba lo contrario. Sus dos padres se dedicaban a la odontología, por lo que consideraban que ese sería el camino óptimo para él, pues sería más fácil tener éxito.

Para intentar seguir con esos deseos, se inscribió en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero únicamente llegó a la mitad, pues en ese entonces comenzó su camino con el grupo Fobia, al lado de Leonardo de Lozanne, Paco Huidobro, Gabriel Kuri e Iñaki Vázquez.

“Fui dos años (a la escuela), pero llegó un momento en que dije, ‘no puedo’. No me gustó, traté y no pude, y en ese momento mis compañeros de la banda, traían una matota increíble, y yo no, debía tener el pelo corto porque tenía que ir a la escuela”, recuerda entre risas.

Cuando finalmente le dijo la verdad a sus papás, fue después de haber visto la cinta “La sociedad de los poetas muertos”, donde uno de los personajes principales se quita la vida cuando su padre no le permite seguir su sueño de ser actor. “Me vi reflejado en esa historia”, cuenta.

Sin comentarles la trama de la película, les compró dos boletos para el cine, y cuando regresaron a la casa, algo nerviosos porque creían que había tomado la misma decisión, finalmente se sentó con ellos a hablar.

“Les dije que no sabía si me quería dedicar siempre a la música, pero sí quería ver qué pasaba. Eventualmente grabamos el primer disco y se lo enseñé a mi papá, se alegró y me dijo que ya me podía dedicar al diente, pero yo no me quería dedicar a ser dentista”.

A la par de la música, descubrió el diseño gráfico, profesión en la que también se ha desarrollado con éxito, diseñando portadas de discos para Fobia, y algunas otras figuras como Los Liquits, Volován, Jumbo, Natalia Jiménez y Manuel Mijares.

Éste último fue quien lo acercó a los cantantes de pop, gracias a que deseaba sacar un concepto diferente al resto de sus álbumes. “Trabajamos con él un disco que se llamó “Capuccino”, desde el nombre nos dio todo”.

“Entonces, fuimos a un café en La Condesa, les pedimos permiso de pintar en su ventana con pincel el nombre de Mijares y abajo el del disco, como si fuera el nombre del lugar, y del otro lado del cristal estaba él echándose un cafecito. Muy sencillo, pero es de mis portadas favoritas, porque es justo lo que él necesitaba”, agregó el ex locutor de Reactor.

Hasta la fecha, Javier continúa desempeñando esa faceta como diseñador a la par de la música, al frente del estudio Hula Hula, donde ha trabajado desde portadas de álbumes, hasta videos de animación para MTV.

ROCKEANDO CON AMIGOS

Su pasión por la música llevó a Javier a colaborar en las bandas Fobia, Moderatto y Gran Sur. Las tres con conceptos diferentes, pero le han permitido desarrollar su propio estilo como bajista.

A la primera llegó por recomendación del vocalista, Leonardo de Lozanne, quien fue su compañero en la preparatoria. “Tocamos en un festival de música que organizaba la escuela, y ahí de repente Paco me pide que me hinque y le preste mi bajo. Me hizo así como caballero de la mesa redonda, y me dijo que era el nuevo bajista de Fobia”.

Su historia con esta agrupación ha sido intermitente, presentando discos como “Fobia”, “Mundo feliz” y “Leche”; e incluso grabaron un Unplugged durante la pandemia.

En 1999 se conforma el grupo Moderatto, donde tocó bajo el nombre de “Xavi Moderatto”, el cual dedicó gran parte de sus más de 20 años de carrera a hacer covers rockeros de éxitos del pop. Según recuerda Javier, esta idea la tuvo después de haber visto una película donde aparecía una agrupación así.

“Nunca pasé por una etapa metalera, del rock clásico me fui directo al New Wave y ese tipo de cosas, entonces para mí el metal siempre fue curioso. Cuando Fobia se separa la primera vez, estaba viendo la película de “El cantante de bodas” de Adam Sandler, y me pregunté por qué no había una banda similar que tocara esas rolas”.

Además de los covers, lanzaron temas propios como “Sentimettal”, “Si mi delito es rockear”, “Quemándome de amor” y “Gracias”. Su éxito se extendió durante dos décadas, hasta su despedida en el Palacio de los Deportes el pasado 23 de marzo.

Su proyecto musical más reciente, Gran Sur, data de finales de 2016, teniendo como compañeros a Sofía Mayen, Elohim Corona e Iñaki Vázquez, estos dos últimos también ex integrantes de Moderatto.

Al hacer el balance de este paso por el rock, considera que ha tenido varios momentos de “estrella de rock”, con lo cual le queda en claro que eligió el camino correcto.

“Este cierre de Moderatto, los shows que hicimos en México, Centro y Sudamérica, tuvimos chance de ir a Japón y a China. Con Gran Sur hemos tenido chance de ir a Estados Unidos y Francia a tocar, con Fobia logramos armar algo bueno.

“No sólo es mérito nuestro, también las condiciones del país en cuanto a política y economía, pero nosotros estuvimos ahí con esta música que tuvo mucha repercusión con mucha gente”, agregó.

EXPLORA OTRA FACETA

A la par de sus proyectos musicales, “El Cha!” debutó recientemente en la actuación, al dar vida a Benito Castro en la serie “¿Quién lo mató?”, donde se narra parte del caso del asesinato de Paco Stanley.

El personaje llegó a sus manos luego de que el director, Beto Hinojosa, lo llamara tras conocerlo a través de su trabajo como locutor. “Cuando me llama por primera vez pensé que sería un cameo, pero era un episodio entero”.

➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante

Fue así como le enviaron el guion, y en cuanto lo leyó fue de su agrado la historia, y tras asesorarse con Leonardo de Lozanne sobre cómo abordar el personaje, aceptó sumarse al elenco al lado de figuras como Diego Boneta y Luis Gerardo Méndez.

Su trabajo fue bien recibido, e incluso la serie rompió récords de audiencia al convertirse en la más vista de Prime Video México, según datos de la misma plataforma.

El éxito de este proyecto lo dejó con ganas de seguir explorando su faceta actoral, e incluso adelantó que ya se está preparando para ampliar su rango. “Entre mis estudios musicales, también están los estudios de actuación”, finalizó.

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