Esta obra contó también con la colaboración del eminentedirector de orquesta inglés David Garforth y del caricaturistaruso Vladimir Radunsky, encargado de desarrollar los vestuarios yescenografía que le dan un aire de frescura y renovación a estehistórico ballet, lo que permite a los artistas interpretar a lospersonajes de una forma novedosa, nunca antes vista, visualizadapor la insigne creatividad de Baryshnikov, quien es distinguidojunto con Rudolf Nureyev como los mejores exponentes en la historiadel ballet mundial.
La participación de Isaac Hernández con la Ópera de Romasignificó para el mexicano la primera vez que pisa un escenario enItalia y un doble sueño hecho realidad, el de colaborardirectamente con Baryshnikov, una legendaria figura a quien admiradesde pequeño. Además, el presentarse en uno de los recintos másprestigiosos del ballet en Italia, conquistando así un nuevoescenario y que mejor, haberlo hecho de la mano de una leyendaviviente de la historia del ballet. Un privilegio que pocosartistas tienen a lo largo de su carrera.
Entre los espectadores de la función inaugural destacó lapresencia de la alcaldesa de Roma, Virgina Ragi.
Isaac sumó así a su destacada trayectoria internacional unlogro más, después de haber sido el primer mexicano que sepresenta como bailarín principal en la Ópera de París, con elMariinsky Ballet de San Petersburgo (Rusia), en el teatro Bolshoide Moscú y el Royal Opera House de Londres. Logros sin precedentespara un bailarín en la historia de nuestro país, que loposicionan en la actualidad como uno de los bailarines másimportantes de la escena internacional y en la plenitud de sucarrera artística.