Dentro de las presentaciones que se darán en la FIL, destaca el libro “Diario Negro de Buenos Aires” de Federico Bonasso quien relata la historia de un argentino que vivió en México por un tiempo y regresa a Buenos Aires a reencontrarse a sí mismo y rescatarse del vacío que siente al no reconocer su propia identidad. “Buenos Aires no es sólo la ciudad capital del país donde yo nací, sino que es el símbolo, la metáfora, de la herida de la infancia. Pero cuál es esta herida de la infancia que produjo la irrupción en nuestras vidas” comentó en entrevista Bonasso.
El también músico describió a su obra como un “libro siniestro”, ya que tiene una historia más profunda que se cuenta detrás de la simpleza con la que se muestra la publicación al principio, asegura el autor, quien dijo que el personaje se ve en la necesidad de dialogar con los fantasmas del pasado porque el Buenos Aires contemporáneo no lo acoge.
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Asimismo, Federico acentúa que el que las personas lleguen a identificarse con él y lo que hace, en la música y ahora en la literatura, es una de sus satisfacciones más grandes, pues lo impulsan a seguir adelante, auto descubriéndose. “Me llama mucho la atención cómo cada lector tiene un pedazo del libro que le ha interesado, se ha llevado un momento de esta variedad de recuerdos que decidí plasmar”.
Cabe destacar que “Diario negro de Buenos Aires” está separado por semanas, donde Federico narra qué actividad hizo en Argentina, ahora que Federico ya ha viajado a Argentina en repetidas ocasiones, y aunque siempre va con una ilusión de sentir la ciudad como suya, dice que cada día la ve más perdida. “Tengo una enorme tristeza lo que sucede en ese país, y gran culpa de lo que pasa la tienen ciertos sectores de la misma Argentina, sectores que no han aprendido la lección histórica, que siguen burlándose incluso de la democracia, porque aunque hay democracia formal”.
Federico, señaló que este libro incluye contribuciones de sus influencias literarias como Howard Lovecraft, Edgar Allan Poe y de su pasión por el terror gótico, elementos que le ayudaron a construir la atmósfera “oscura” apropiada para su libro.