Después de su presentación oficial a los medios y empresarios de la puesta en escena “El Sótano” esta se prepara para su debut en el Teatro Galerías primera obra de terror japonés que conjunta el arte del teatro tradicional con la tecnología de proyecciones holográficas y videomapping.
Marco Orozco actor de la obra platicó con EL OCCIDENTAL sobre este montaje. “Esta es una producción muy cuidada, tardamos un año en terminarla por muchos sentidos y lo que sucede atrás de tramoyas, con el movimiento de escenografía. El proceso para este montaje fue muy complicado, se contrataron a unos chicos de aquí de Guadalajara y ellos fueron los que se la rajaron para hacer el videomapping después de buscar en el extranjero, pero quedo muy padre ya que todo está muy bien balanceado”.
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Cabe destacar que este texto está basado en la obra de Koji Suzuki ganador de premios por sus novelas y las cuales fueron llevadas a la pantalla grande. “Es un gran texto que te lleva a un edificio que está muy deteriorado y aquí suceden muchas cosas y la única que lo ve todo, es una niña pero no habla y así se desarrolla la historia la cual es más psicológico que te atrapa y no el conocido hollywoodense del susto” señaló.
Marco destaco la iniciativa de los empresarios para poder tener esta obra y que nace localmente. “Yo de verdad aplaudo a la familia Méndez, por arriesgarse con esta producción y ahora le apuestan a otro tipo de género y con el arriesgue con este texto que sin duda llevara al público con el sótano”.
Asimismo Marco destacó que nunca había trabajado el género del terror y este fue un gran reto para el al tomar el guion y trabajar en esta obra. “MI personaje es un borrachito que trabaja de conserje y es muy extraño y al final de la obra se quedaran sorprendidos” finalizó.
La obra inicia el próximo 31 de octubre con una función y para el 1 de noviembre tendrá dos funciones y una de ellas será a la medianoche, y dos más para el día de muertos en el Teatro Galerías.
De esta manera Marco Orozco y Mariana Treviño, presentan su trabajo bajo la supervisión de Esteban Román García y la producción de Edgar Méndez.