Stormtroopers, droids y celebridades de galaxias cercanas y lejanas se dieron cita el sábado en Los Ángeles para celebrar el estreno mundial de "Star Wars: Los últimos Jedi", el octavo episodio de una de las sagas más famosas del cine.
Disney tiró la casa por la venta y desplegó una alfombra roja galáctica, en la que destacó una réplica de tamaño real del vehículo imperial AT-AT.
Todos los protagonistas acudieron a la velada en el Shrine Auditorium, incluido John Boyega, que logró llegar a tiempo a pesar del temporal de nieve en el este de Estados Unidos.
Cuarenta años después del estreno del primer episodio, la marca "Star Wars" se ha revalorizado y los expertos prevén que la nueva película recaudará unos 220 millones de dólares en su primer fin de semana en los cines de Estados Unidos, la semana que viene. La anterior se embolsó más de 2.000 millones a nivel global.
"Los últimos Jedi" será estrenada en todo el mundo entre el 13 y el 15 de diciembre.
- Tiempos obscuros para la Resistencia -
Mientras que Han Solo, Yoda y Darth Vader han muerto, Luke Skywalker (Mark Hamill) sigue vivo y tendrá un papel clave en la formación de Rey, según han dejado entender los tráilers.
A pesar del misterio que rodea "Los últimos Jedi", este nuevo episodio puede marcar el inicio de una etapa oscura para la resistencia, lo que le ha valido ser comparada con "El imperio contraataca" (1980), la película central de la primera trilogía.
La resistencia debería, en cualquier caso, conservar algunas de sus piezas esenciales para el noveno episodio, previsto para 2019, y facilitar la transición hacia la nueva trilogía que Disney anunció hace poco.