Con más de medio siglo de trayectoria, el actor Carlos Bonavides regresa a Guadalajara, acompañado de quienes han sido sus compañeros a lo largo de cinco décadas para recordar los buenos tiempos que pasó en su estancia por la Perla Tapatía.
Nacido en Veracruz el 14 de octubre de 1940 y con 82 años cumplidos, considera un privilegio estar de vuelta en la capital jalisciense y en una plática con EL OCCIDENTAL trae a la memoria a esa Guadalajara en la que vivió durante su juventud para presentar la obra de teatro "¿Por qué será que las queremos tanto?"
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En la obra que se presenta este sábado 25 de marzo, estará acompañado de Luis De Alba, Alejandro Suárez, Cesar Bono y Benito Castro, todos con una gran trayectoria en los escenarios y conocidos por el público tapatío, al que agradece su aceptación con el paso de los años.
¿Qué representa volver a Guadalajara?
El público de Guadalajara es el mejor público y estamos muy contentos. Es un honor presentar ahí y es una obra de teatro que les va a divertir mucho y esperamos que la gente apoye a esta generación de actores que ya se está extinguiendo.
¿Cuál es el sentimiento de compartir con personalidades de tanta trayectoria?
Todos tenemos más de 50 años en esto. El más joven es César Bono que tiene 71 años y con todos he trabajado a lo largo de la vida muchísimas veces y hoy nos juntamos para presentar esta obra con todo respeto para el público.
¿Cómo se siente que las nuevas generaciones los siguen conociendo?
Yo no entiendo cómo un niño de ocho años me conoce. Eso me pone muy contento, porque el público nos da un reconocimiento y hemos tenido muy buenas entradas en todas partes. Andamos peregrinando por la República Mexicana.
¿Qué recuerda de los años que vivió en Guadalajara?
En Guadalajara viví en el Sector Libertad, en la calle Juan R. Zavala y he ido con obras de teatro, a hacer películas y a hacer un chorro de cosas y siempre regreso con mucho ánimo, muy a gusto porque siempre nos tratan muy bien.
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¿Cómo fue su estancia en Guadalajara?
Tenía yo una novia en Guadalajara y yo trabajaba en lo que podía porque era muy chavo y andaba de vago por toda la República Mexicana. Guadalajara era maravillosa y sigue siendo maravillosa, pero ya es otra, porque lo que yo conocí al principio era una Guadalajara fabulosamente romántica, exquisitamente mágica y sensacional, y acabo de ir hace poco y me sorprendí de los pasos a desnivel, los edificios y lo que ha crecido.
¿Con cuál Guadalajara se queda Carlos Bonavides, con la de antes o la de ahora?
Con la que conocí. Era una Guadalajara que no tenía de diferencia, todo mundo se saludaba, eran otros tiempos y ahora la gente sigue siendo maravillosa, pero como en todo México las famosas clases sociales llegaron. La vida era padrísima, todo mundo se conocía, todo mundo se saludaba.
¿Si hubiese oportunidad de salir con tus otros cuatro compañeros a salir en Guadalajara, a dónde los llevarías?
Nosotros andamos de pica y huye, pero Guadalajara es 100% turística. Está Tlaquepaque, podría ir al Hospicio Cabañas, la Catedral, el centro de la ciudad. Aunque ya hay otras zonas muy elegantes, con casas maravillosas. Yo hablo porque me fue muy bien y recuerdo con mucha alegría el tiempo que viví en Guadalajara y siempre que voy recuerdo el Parque Agua Azul.
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