Este viernes llega a las salas de cine, una de las más logradas estrellas de cine de su generación, Brad Pitt con su nueva cinta, Ad Astra hacia las estrellas, quien ha estado entreteniendo a las audiencias como actor y productor desde su debut a pantalla a finales de los ochenta.
En esta película de James Gray Pitt interpreta al Mayor Roy McBride, un astronauta agobiado por la desaparición de su padre cuando él apenas tenía 16 años de edad. Cuando el gobierno de los Estados Unidos se pone en contacto con Roy para explicarle que no solo existe la posibilidad de que su padre aún se encuentre con vida, sino que también puede ser responsable de una serie de destellos de energía que llegan de los confines de nuestro sistema solar y que le están causando un daño inenarrable a la Tierra, Roy no solo debe de viajar en busca de su padre, sino confrontarlo con las ideas que él ha albergado desde que era un niño. Entre estas, destaca quizás la pregunta más existencial de todas: ¿Estamos solos en el universo?
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En la premier en el Festival de Cine de Venecia Pitt explicó los retos y las satisfacciones que tuvo con Gray en la creación de la película “Llamé a James Gray después de ver Little Odessa. De inmediato nos convertimos en amigos íntimos, es un gran conversador y hemos sido amigos desde entonces. Siempre hablamos de hacer algo juntos. Ad Astra fue la película que finalmente se nos hizo”.
De cómo planearon esta cinta, agrega “Él dijo "Tengo esta cosa acerca de la cual he estado pensando." Me estaba hablando de Ad Astra y se sintió que la idea original que tenía era lo contrario a la mayoría de las películas de ciencia-ficción. Salió de una cita que le atribuye a Arthur C. Clarke. "Existen dos posibilidades: o estamos solos en el universo o no lo estamos. Pero las dos ideas son igualmente atemorizantes. En otras palabras, o existen los alienígenas, o estamos total y completamente solos, cada una de estas posibilidades es igual de terrorífica. Ese fue un punto de partida realmente único”.
Las travesías “Hacer esas cosas de cero gravedad es un poco como montar una producción teatral de Peter Pan. Estás suspendido de alambres; en esta ocasión estamos en espacios apretados y confinados y no es como si tan solo estuvieras colgando pues solo partes de tu cuerpo lo están. Así que te están jalando de todas partes incómodas y, sin embargo, tienes que proyectar la calma y el estado relajado de la gravedad cero”.