Como si fuera un videojuego, los policías de Guadalajara realizan ahora sus prácticas de tiro y de enfrentamiento con delincuentes a través de la realidad virtual y sirve para corregir errores sin que se tengan lesionados o fallecidos.
En un evento de tecnología como es Talent Land y en donde se muestra todo lo que se puede hacer con la realidad aumentada y otras tecnologías, la Comisaría Tapatía no se queda fuera de la jugada y muestra cómo llevan ya parte de sus entrenamientos sin tener lesiones y como si estuvieran de verdad en el Arandas de tiro o en un enfrentamiento con delincuentes.
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Pablo Yerenas, policía tercero de Guadalajara, es uno de los desarrolladores de este producto y explicó que el “equipo de realidad virtual son desarrollos que hacemos en la misma Comisaría, con aportes de los propios elementos, no fue comprado de manera externa, sino que el mismo talento que tenemos lo utilizamos para capacitación del personal”.
Mientras explica parte de lo que se ve dentro de los lentes o visor de realidad virtual, se ve a una compañera que realiza alguna persecución o búsqueda de delincuentes, con movimientos lentos y empuñando dos controles como si fuera un arma, hace como que camina lentamente mientras apunta su arma a los posibles agresores.
Pero también se ve como si estuviera realizando prácticas de tiro en donde afinan su puntería y se observa cómo levanta las manos para apuntar, todo dentro de un ambiente controlado pero que sí llega a mover emociones porque pareciera que están en un operativo real, incluso hasta con simulaciones de caídas en barrancos.
Con estos programas les presenta diversas ventajas, entre ellas que sirve como un primer acercamiento a los cadetes de la academia a las armas, conocerlas, ver cómo se disparan pero con la tranquilidad de que con el simulador “no se pueden lastimar” ya que todo es simulado y así se corrigen los errores que se cometen.
En la parte económica sirve para ahorrar una importante cantidad de recursos en la adquisición de las balas que se utilizan para las prácticas reales y con este sistema se puede practicar de forma indeterminada. El siguiente paso es poder adaptar el programa a un arma real para que se sienta él peso real del arma y las sensaciones al momento de disparar.
Otro de los proyectos de que desarrollan como parte de la Comisaría son espacios correspondientes a farmacias, tiendas de conveniencia, lugares en donde se lleva a cabo la labor diaria y puede ir desde “una intervención primaria hasta un enfrentamiento o ataque con armas de fuego, blancas, es decir, las posibilidades son infinitas”.
Al salir del simulador los elementos dan respuestas favorables y la consideran como una acción viable y se pueden mantener en constante capacitación, ya que las acciones los llegan a recordar situaciones anteriores en donde se eleva la adrenalina, pero se tiene la oportunidad de corregir los errores y no repetirlos en una situación real y “sí se siente un poco de miedo por las alturas y la realidad que vives”.
Así que si pasa por el stand de la Policía Tapatía y tiene ganas de probar su puntería quizás sea uno de los afortunados de poder hacerlo o quizás hasta vivir una situación de emergencia tal como la viven los oficiales, pero sin riesgos de salir lesionado o lastimado.