Los recortes a la tasa de interés deben hacerse con cautela, pues persiste la volatilidad financiera interna y externa, o de lo contrario se pondría en duda la credibilidad del banco central para controlar la inflación.
Este fue el argumento de los subgobernadores del Banco de México (Banxico), Irene Espinosa y Jonathan Heath, tras la última decisión de política monetaria en donde se recortó la tasa referencial a 10.75 por ciento.
Ambos miembros de la Junta de Gobierno de Banxico votaron a favor de mantener la tasa de interés en 11 por ciento, mientras que el resto de los integrantes consideraron oportuno rebajar en 25 puntos base este referencial.
“Ante el complejo panorama inflacionario no debemos apresurar un ajuste en la postura monetaria. Es imperativo mantener cautela y favorecer un enfoque de administración de riesgos, en beneficio de la credibilidad en este instituto central”, dijo Irene Espinosa.
A través de la minuta de la última decisión de Banxico, la subgobernadora recordó que la inflación general acumula cinco meses consecutivos al alza y niveles no vistos en más de 12 meses, mientras cada vez se aleja más de la meta puntual de un tres por ciento.
Detalló que hacia delante, la volatilidad cambiaria podría agravarse por factores internos y externos, lo cual también obstaculizaría el proceso desinflacionario en el país, aun ante la desaceleración prevista de la actividad económica.
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“Ante las circunstancias y los riesgos descritos, un recorte en la tasa de referencia minaría la credibilidad de este instituto central frente a su compromiso con el mandato constitucional de mantener la estabilidad de precios”, subrayó.
En ello coincidió Jonathan Heath, quien también recordó que en los últimos meses las expectativas de inflación de analistas e instituciones financieras se ajustaron al alza; algunas de ellas prevén que la inflación llegue a su rango meta hasta finales de 2025.
El subgobernador de Banxico recordó que el régimen de política monetaria de Banxico debe estar enfocado únicamente en la estabilidad de precios en el país, pero que los datos actuales no necesariamente sustentan la decisión de recortar la tasa de interés.
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“Votar a favor de reducir la postura monetaria en este momento, ante un elevado déficit fiscal y una todavía no confirmada debilidad de la actividad económica, mientras nos ubicamos lejos de nuestras metas, pudiera interpretarse como prematuro mientras no aseguremos que vamos por el camino correcto sustentado en datos más firmes”, puntualizó.
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