La reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas es una buena idea, pero requiere ser gradual y sostenible para los empleadores, que permita afrontar los costos y que se acompañe de un incremento de la productividad, afirmó Beatriz Robles, directora de operaciones de Manpower México.
Refirió que en la región de Latinoamérica hay países que llevaron a cabo la reducción de la jornada de manera gradual, "en promedio este tipo de reducciones toman entre tres y cinco años”.
En sus 100 compromisos de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum, anunció que se retomará la discusión de la propuesta que reduce la jornada laboral de manera paulatina.
Robles señaló que en Chile, se dio luz verde a la reducción de la jornada pasó de 45 a 40 horas. Se hizo en cinco años. En Colombia la reducción pasó de 48 a 42 horas de trabajo, en un lapso de cuatro años.
En México se plantea quitar ocho horas laborales de 48 a 40 horas. Y será el país que más horas reduciría a su jornada de trabajo, dijo Beatriz Robles.
Señaló que constitucionalmente, en México se tienen seis días de trabajo y uno de descanso. Lo que se propuso fue el cambio a cinco días de trabajo y dos días de descanso, "con lo que la aplicación gradual no existe en la propuesta”.
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Acerca de la gradualidad que propone la presidenta Sheinbaum, la ejecutiva de Manpower México, dijo que el objetivo es lograr que esta reducción en la jornada se acompañe de un incremento en la productividad de los trabajadores.
40 horas a la semana se propone reducir la jornada desde 48, lo que superaría a Colombia y Chile
“Hay que invertir en investigación y desarrollo, capacitación y tecnología. Es por eso la insistencia de los empresarios en que sea una aplicación gradual”.
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Las empresas por el momento observan diferentes tipos de costos importantes ligados a la reducción de jornada, como son aumentar personal para cubrir las operaciones; por turnos y pago de horas extras; si se requiere incorporar un turno completo o se contempla pagar algún tipo de prima sabatina.
Refirió que al escuchar las necesidades de los empleadores a contar con plazos amplios de adaptación se podrían generar plazos máximos para adaptarse, por lo que los distintos tipos de empresas pueden adecuarse a su ritmo, para proteger a las pymes.
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