El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió nuevamente en contra de la negociación del TLCAN al condicionar la exclusión de México y Canadá de los aranceles que planea imponer al acero y aluminio, por condiciones más favorables en el acuerdo regional.
Ayer por la mañana, el mandatario estadounidense sostuvo una reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y refrendó su plan de imponer una tarifa al acero importado de 25%, y 11% al aluminio, además de criticar el TLCAN como un "mal acuerdo" que perjudica los intereses de EU.
El presidente Trump mantuvo su posición, a pesar de las advertencias de su propio partido. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, externó su preocupación por el posible inicio de una guerra comercial con los principales socios de EU en caso de que Trump imponga los aranceles.
Al término de la reunión ministerial de la séptima ronda del TLCAN que se llevó a cabo en la Ciudad de México, la ministra de relaciones exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, externó un enérgico rechazo a las cuotas comerciales, y aseguró que su país tomará acciones recíprocas.
"Nosotros, como aliados del acero, no aceptamos esta imposición porque es inaceptable Tomaremos las medidas necesarias y seguiremos defendiendo a nuestros trabajadores", apuntó
Por su parte, el secretario de economía, Ildefonso Guajardo dijo que "lo más responsable e inteligente" era esperar el decreto formal pero no descartó que México ejerza represalias.
"Una vez que tengamos una visión clara, estaremos en la posición, sin descartar ninguna opción a responder a lo que se decida en la Casa Blanca", señaló Guajardo.
El representante comercial de EU, Robert Lighthizer, quien asistió a la reunión ministerial, criticó el lento avance de la negociación del TLCAN.
“A pesar de este trabajo tan arduo no hemos avanzado como muchos habían esperado que avanzáramos en esta séptima ronda", señaló en conferencia.
El funcionario señaló que el mayor avance fue cerrar tres capítulos adicionales en cuanto a buenas prácticas regulatorias que permitirán homologar procesos en los tres países.