Tijuana.- “Ya no estamos para comer carne, está cara”, comparte Sonia Farfán, una ama de casa de 65 años de edad, quien cuenta que cada semana que va al supermercado a comprar su despensa, le alcanza para menos productos.
Platica que en los últimos seis años, su esposo percibió un aumento salarial, pero el alza de precios que ha vivido después de la pandemia del Covid-19, le ha impedido no solo adquirir ciertas mercancías, sino también se le ha complicado ahorrar.
Baja California es el tercer estado con el mejor ingreso promedio del país, después de Baja California Sur y de la Ciudad de México, según muestran los últimos datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Esta entidad forma parte de los estados que conforman la Zona Libre de la Frontera Norte, donde el salario mínimo pasó de 88.4 pesos el día en 2018 a 374.9 pesos la jornada. Sin embargo, para algunos de sus habitantes este ingreso se ha visto mermado por el aumento constante de los precios.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al cierre de agosto, Baja California fue el segundo estado con la mayor inflación en el país al tener un alza de 6.22 por ciento anual, muy por encima del promedio nacional de 4.99 por ciento.
Farfán comenta que de los seis mil pesos mensuales que recibe de su esposo, destina alrededor de cuatro mil pesos al supermercado, mientras 400 pesos son para el transporte y el resto lo reparte en otros gastos. “Con lo que me da mi esposo no puedo ahorrar”.
El esposo de Sonia Farfán es albañil y forma parte de los 1.7 millones de trabajadores en la entidad que laboran en la informalidad, por lo que no tienen acceso a los servicios de seguridad social.
Para mejorar su ingreso, Farfán comenta que en los siguientes meses tramitará la pensión para adultos mayores, de la cual podría recibir hasta cuatro mil 800 pesos bimestrales.
Impuestos se comen el alza
En el caso de Alya Ramírez, madre soltera de 32 años de edad, percibe poco más del salario mínimo que se tiene asignado en la frontera. Cuenta que en los últimos seis años cambió de empleo en tres ocasiones y, a pesar de que su salario es mayor, no ha notado que mejore su situación económica.
"Actualmente gano seis mil pesos por quincena aproximadamente. La mitad de mi sueldo lo utilizo en alimentos; en transporte diariamente gasto 130 pesos aproximadamente”, dijo Ramírez que trabaja en un laboratorio de servicios de salud privado.
Con lo que nos quitan de impuestos no veo una mejora
Además de trabajar en el laboratorio, Ramírez tiene un negocio ambulante para poder generar más ingresos y poder enviar a su hija adolescente a clases de Tae Kwon Do.
“He tratado de buscar la beca Benito Juárez para mi hija, pero no he podido porque te mandan a muchas partes. Además quise pedir ayuda para madres solteras, pero requieren que acuda a pláticas y a otros lugares temprano, pero no tengo oportunidad por mi trabajo. Lo he tratado pero ponen muchas trabas”, señaló.
➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
Como Sonia Farfán, Alya Ramírez espera que su situación económica mejore en el llamado “segundo piso de la 4T”. También confía en que los apoyos gubernamentales lleguen a quien realmente los necesita.