Tener una actitud positiva es una herramienta muy útil para enfrentar obstáculos con autoconfianza y determinación, sin embargo, cuando este positivismo lo usamos para reprimir una emoción de enojo, tristeza o rabia es cuando se vuelve tóxico.
Ser positivo todo el tiempo no es normal, como humanos experimentamos una variedad de sentimientos a lo largo del día y cada uno de ellos merece ser expresado. Una derrota no es un fracaso, negar lo que sientes sí lo es.
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Nuestras emociones tienen una razón de ser, algo que las detona, al hacer caso omiso de ellas desaprovechamos la oportunidad de conocernos a nosotros mismos y crecer como individuos.
La culpa es un sentimiento que acompaña la positividad tóxica, sentir vergüenza por no estar felices o tener la sensación de que fracasamos por darle más prioridad a lo que nos preocupa y nos acongoja no es sano a nivel emocional. Estar contento no es un mandamiento, debe ser una decisión que tú tomes.
Identifica la positividad tóxica
- Ignoras tus problemas
- Te sientes culpable por sentirte triste
- Usas frases positivas para ocultar lo que sientes
- Prefieres decir que estás bien antes de demostrar tus verdaderos sentimientos
- Juzgas a las personas que la están pasando mal y no se muestran optimistas
- Buscas sólo a las personas y situaciones que te hacen sentir feliz
- Evitas personas que tienen problemas para no tener que lidiar con cosas tristes
Las relaciones interpersonales pueden verse afectadas por este optimismo desenfrenado, ya que no estarás forjando amistades verdaderas sino amistades artificiales que se basen en la felicidad y en pasar bien el tiempo. Recordemos que una amistad verdadera requiere el apoyo de la persona en las buenas y en las malas.
¿Las redes sociales promueven la positividad tóxica?
Seguro te has dado cuenta que en las redes sociales como Instagram y Facebook predominan las publicaciones positivas de personas que se muestran felices y plenas en sus vidas. No nos engañemos, en internet las personas sólo publican la realidad que quieren mostrar, esa foto que ves es un fragmento de su vida, la captura de un instante, no su vida entera.
Los likes en redes sociales se han vuelto el reconocimiento del positivismo, pareciera que mientras más perfecta muestres tu vida más agradas a las personas que te ven. Tristemente esta clase de positivismo tóxico es lo que varios influencers promueven en sus cuentas con la finalidad de lograr campañas exitosas.