Cada vez que dejamos para después nuestras obligaciones o nos distraemos con cualquier cosa con tal de no hacer esa actividad que hemos postergado tanto tiempo, estamos procrastinando.
Aunque muchos piensan que la causa de la procrastinación es la flojera, la realidad es que va mucho más allá. Tiene que ver con la gratificación a largo plazo que involucra hacer determinadas labores.
Te recomendamos:
Es preferible y más placentero ver tu serie favorita que escribir un capítulo más de tu tesis. La primera actividad te da una gratificación inmediata mientras que la segunda se trata de una gratificación a largo plazo.
Algunas de las razones que las personas dan cuando se les pregunta por qué procrastinan son las siguientes:
• Pereza
• Perfeccionismo
• Malos hábitos
• Miedo al fracaso
• Hacer varias tareas a la vez
• La sensación de que el trabajo no es urgente
• Miedo a proyectos complejos
Los trabajadores de diversas empresas han expresado que tienden a procrastinar sus labores debido a que no tienen claro de qué manera esas tareas se conectan con el funcionamiento de la empresa. Una solución a este problema sería la creación de objetivos por equipos o áreas de trabajo, de esta manera las actividades que realizan los empleados se conectan con los objetivos de su área y no directamente con la empresa en general.
A continuación te presentamos seis consejos que te ayudarán a vencer la procrastinación:
Aclara tus prioridades
Tres factores que se deben tener en cuenta para priorizar tareas son la fecha de entrega, la importancia y la complejidad. Una vez aclarados estos aspectos ya se puede comenzar con la tarea de mayor urgencia.
Divide los proyectos grandes en tareas pequeñas
Es normal que un proyecto complejo nos imponga cierta presión, sin embargo, dividirla en varias tareas hace que nos resulte más fácil comenzar. Además, segmentarlo podría agilizar la realización del trabajo.
Establece fechas de entrega
Ante un proyecto que tiene fecha de entrega indefinida lo más probable es que queramos postergarlo. Lo que se aconseja es tomar en consideración la complejidad del trabajo y ponerle una fecha de entrega tú mismo para organizar tu tiempo con el resto de tareas que también deben hacerse.
La técnica “Pomodoro”
Esta estrategia para gestionar el tiempo consiste en alternar sesiones de descanso de cinco minutos con sesiones de trabajo de 25 minutos. Trabajar mediante secuencias breves permite una mayor productividad y motivación.
La regla de los dos minutos
Este método nos dice que si la tarea se puede realizar en menos de dos minutos la hagas en ese momento. Esta regla funciona sobre todo para aventajar las tareas sencillas y después dedicarle más tiempo a trabajos más elaborados.
Enlista todos los pendientes
No tener claro qué tareas debes realizar puede resultar abrumador. Una lista con los pendientes te ayudará a decidir por cuál comenzar y sobre todo, que entre tanto trabajo no olvides realizar alguna.