El estrés se ha posicionado como la enfermedad del siglo, y es que en los últimos años son muchas las personas que la han experimentado y padecido sus consecuencias a nivel mental y físico. ¿Sabías que México ocupa el primer lugar a nivel mundial por estrés laboral? Ocho de cada diez trabajadores lo han experimentado.
El estrés y la ansiedad no solo desgastan nuestra mente, también nuestra piel, una persona que vive en constante presión puede llegar a lucir de más edad, además de ojeras como consecuencia de la tensión que vive en su día a día. Aquí te platicamos de qué manera tu rostro delata el estrés.
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En un estudio realizado para el medio DailyMail se hizo un experimento para determinar qué cambios en el rostro puede experimentar una persona tras vivir 10 años en constante estrés. Los resultados, como eran de esperarse, fueron poco alentadores ya que en efecto las personas se veían más envejecidas de lo normal.
A continuación te mostramos cuáles son los cambios más frecuentes que provoca el estrés en nuestro organismo:
Piel opaca
Cada vez que una persona pasa por estrés el corazón bombea más sangre, esto ocasiona que los nutrientes destinados a la piel del rostro se dirijan a otros músculos del cuerpo, haciendo que nuestro rostro luzca menos luminoso.
Incremento de ojeras
Una persona que vive bajo estrés y tensión es muy probable que también tenga una mala calidad del sueño, que tenga insomnio o su horario de trabajo no le permita dormir lo suficiente. Lo que se manifiesta en ojeras.
Aumento de canas
¡Me vas a sacar canas verdes! Es el dicho popular cuando alguien nos hace pasar algún coraje, sin embargo, es estrés sí que es un factor que propicia el crecimiento de canas. Cuando una persona pasa por altos niveles de tensión la sustancia que da color a los folículos pilosos disminuye, lo que se traduce en la falta de coloración en el cabello.
¿Nuestra mandíbula aumenta?
Suena muy extraño, pero así es. Algunas personas ansiosas o que tiene episodios de estrés tienden a rechinar los dientes, este mal hábito provoca un aumento en las dimensiones mandibulares.
Piel flácida
El bombeo de la sangre provocado por altos niveles de estrés no solo trae como consecuencia una piel poco luminosa sino escasez de nutrientes y deshidratación en algunas partes del cuerpo, lo que se traduce en flacidez.
Piel seca
La falta de nutrientes derivada por el estrés deshidrata nuestra piel y la hace lucir seca. Muchas veces, este efecto no se remedia con el uso de cremas especiales.
Envejecimiento prematuro
Todos los efectos anteriores dan una apariencia más envejecida a la persona, ya que los nutrientes de la piel se desplazan a los músculos cuando llegan situaciones que generan alta tensión, por lo que la piel tiende a lucir opaca.
¿Cómo lidiar con el estrés?
El estrés es un mecanismo natural de respuesta ante un acontecimiento que nos genera tensión, el problema es cuando se vuelve constante y parte de nuestra vida. Vivir bajo estrés todo el tiempo nos desgasta en todos los sentidos, aprender a manejar situaciones que te generan estrés es algo que podría tratarse en terapia o tomando consciencia propia de que no es más importante el trabajo que nuestra salud física y mental.
Algunos consejos para reducir los niveles de estrés es no madrugar de manera excesiva, abandonar malos hábitos como pensar en el trabajo en tus tiempos libres y hacer ejercicio 30 minutos al día para liberar las tensiones.
¿Y tú, te ves de la edad que tienes?