El trabajo es para muchos como una segunda casa, convivir con ciertas personas de lunes a viernes, que son los días que se laboral usualmente, hace que las dinámicas entre los compañeros puedan volverse tan cercanas que algunos lleguen a descubrir grandes amistades en el entorno laboral o por el contrario esa misma cercanía provoque riñas o problemas.
Muchas veces los conflictos laborales surgen por una falta de comunicación entre los empleados, aquí te decimos cuáles son las actitudes que por lo general provocan conflictos, cómo identificarlas y que hacer al respecto si tú eres esa persona.
Te recomendamos:
Empleado competitivo
Estas personas suelen ser muy asertivas y poco cooperativas si se trata de discutir, pues tienen poco interés en relacionarse con los demás. Su mentalidad solo espera ganar y para lograrlo son capaces de robar ideas, incluso de apropiarse de proyectos ajenos.
Si lo anterior va contigo, detente a reflexionar si esa propuesta o solución realmente es la mejor y le aporta algo positivo a tu entorno laboral. Debes aceptar que a veces los demás también tienen buenas ideas, y por qué no, animarte a trabajar en equipo, tal vez descubras que es una buena forma de lograr objetivos.
Para tratar con una persona competitiva se recomienda exponer tus puntos en forma que crea que ella también ganará algo a cambio. Aunque si esto no funciona entonces lo mejor es no engancharse en esa competencia y concentrarte en tus asuntos.
Empleado víctima
Los empleados víctima minimizan sus necesidades con tal de no causar conflictos. Siempre están apoyando a sus compañeros o haciendo favores porque no saben decir no. Aunque su ayuda hace que sus compañeros se sientan apoyados, con el paso del tiempo éstos pudieran aprovecharse de él y hacerlo trabajar más de la cuenta, incluso en asuntos que no le corresponden.
Si te sentiste identificado con este empleado, deja de guardar lo que sientes y sé sincero con aquello que no te parece. Puedes usar frases como “Eso no me funciona”, “No me convence” o “Deberíamos buscar otra solución”, esto para ser más asertivo y expresar tus opiniones.
En caso que trabajes con un compañero así, intenta ser más empático y mostrar interés en lo que hace antes de pedirle un favor.
Empleado porrista de todos
Es experto en hacer que cada compañero se sienta escuchado, lo que no está mal. El problema es que le da la razón a todos. Hacerle creer a cada compañero que su forma de pensar en la correcta con tal de no crear conflictos no ayuda en absolutamente nada. Estos empleados también suelen hacer promesas para quedar bien con las personas, claro que rara vez las cumplen.
Si tú eres esa persona, lo primero que debes hacer es dejar de hacer promesas como si fueran cualquier cosa y dejar de decirle que sí a todos. Escucha pero se transparente con tus ideas y toma bien tus decisiones. Si le das la razón a todos tarde o temprano saldrán confusiones a la luz donde estarás involucrado y quedarás como una persona deshonesta.
Una vez identificado este empleado, el consejo es no tomar lo que dice en serio pues probablemente solo quiere quedar bien.
Si trabajas bajo la modalidad presencial es muy probable que te toque lidiar en algún momento dado con alguna de estas personalidades, a no ser que tú seas una de ellas. Recuerda que a pesar de enfrentarte a puntos de vista que difieren del tuyo nunca debe faltar el respeto hacia los demás.
.jpg "magnet-me-LDcC7aCWVlo-unsplash (1).jpg")
