Considerado como la cuna del tequila, el municipio de Amatitán cuenta con una buena cantidad de tequileras algunas de ellas preservando la historia en la elaboración del destilado que distingue a México en el mundo y muchas más recientes que apenas incursionan en la industria tequilera.
Entre las más nuevas destaca Rivesca asentada en el corazón de Amatitán, en medio del paisaje agavero con nombramiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que se ha esforzado por adoptar las mejores prácticas para el funcionamiento de la empresa.
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EL OCCIDENTAL platicó con Néstor Rivera, representante legal de la tequilera, una empresa familiar que hace casi dos décadas inició. Recuerda cómo fueron los primeros años produciendo el tequila que ahora ya tiene varias marcas y categorías, pero en sus inicios costó trabajo posicionar.
“Nosotros somos campesinos, no somos nada de industriales y eso originalmente era lo que hacíamos pero por la necesidad de no vender agave entramos en hacer una fabriquita... Hace veinte años yo iba y jimaba el agave, lo metíamos nosotros al horno, me aventé diez años anclado en la fábrica trabajando alrededor de 18 horas para economizar porque no había capital”.
En abril del 2005 iniciaron con un horno de mampostería, un molino, dos destiladores y dos tinas de fermento y fueron creciendo poco a poco hasta convertirse en una de las destiladoras más reconocidas dentro del municipio de Amatitán. Cuestionado sobre el mejor momento en Rivesca, sin duda respondió que fue cuando su tequila se exportó a Estados Unidos, país que recibe la mayor parte del producto elaborado en Amatitán a través de marcas propias y de algunas a las cuales les maquila.
“Antes era puro sacarle, no había ingresos, teníamos que vender hasta vacas o cosas para poder capitalizar un poco el negocio y después de casi ocho años haciendo eso un cliente fue el que nos apoyó con la primera exportación que es el 90% de la producción”.
Sin embargo además de enviar a Estados Unidos el tequila que ahí producen llega en menores cantidades también a Japón, China, Rusia, Colombia y Panamá, por mencionar algunas de las naciones.
Tequila para quien se dedica a la industria es una palabra que llena de orgullo.
Presume una gran variedad de tequila
La primera marca propia fue Estrella Azul con categoría blanco y reposado. Enseguida llegó Regalo de Dios, una botella premium con forma de piña del agave azul y que puede ser blanco, reposado, añejo, extra añejo y black; está Barrón, con tequila blanco, reposado y añejo. Y Por Siempre Perra, dirigida al mercado joven.