La mayoría de las personas le dan poca importancia al ombligo al momento de bañarse sin saber que esta zona podría causar mal olor o infecciones si no se lava correctamente.
Esa cicatriz que se forma tras cortar el cordón umbilical y que actualmente se utiliza para realizar el proceimiento médico de la laparoscopia pareciera muy simple, sin embargo, es capaz de almacenar hasta 67 tipos de bacterias y gérmenes.
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Se aconseja prestar atención al olor que pudiera desprender el ombligo, en caso de ser un olor fuerte éste puede ser síntoma de algunas enfermedades como las siguientes:
- Candidiasis cutánea. Esta infección es producida por el hongo llamado Cándida. Suele presentarse en zonas húmedas de la piel como el ombligo. También puede causar erupción de color rojo y estrías en la zona afectada. La Candidiasis cutánea va acompañada generalmente de comezón y quemazón. Esta enfermedad se trata con medicamentos antimicóticos cutáneos o por vía oral.
- Onfalitis. Es una infección que afecta al ombligo y a los tejidos que lo rodean. Es muy común en los bebés, aunque puede ocurrir en cualquier momento si no se tienen buenas medidas de higiene. Puede producir mal olor, enrojecimiento y a veces, dolor.
Síntomas de infección
Así como le pones atención a ciertas partes de tu cuerpo para detectar anomalías, es importante revisar periódicamente el ombligo y prestar atención a los síntomas que pudieran alertarte sobre una infección.
- Piel enrojecida.
- Mal olor.
- Hinchazón.
- Picor.
- Secreciones (amarilla, verde u oscura).
- Dolor persistente, sobre todo si tienes un piercing en el ombligo.
- Ampollas.
¿Cómo limpiar el ombligo correctamente?
1. Al bañarte, utiliza jabón neutro y agua tibia. No es necesario frotar de manera agresiva la zona ya que eso podría causar irritación, pero sí debes asegurarte de eliminar las pelusas y toda la suciedad que se acumula en el ombligo.
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2. En caso de que el ombligo sea “profundo”, los especialistas aconsejan que se utilice una toallita empapada en una solución de agua salada. Para prepararla necesitas mezclar una cucharada de café de sal de mesa con una taza de agua tibia. Este truco es muy efectivo para tratar el mal olor y evitar infecciones.
3. Recuerda secar a la perfección el ombligo, de lo contrario podría propiciarse la producción de hongos.
4. No te apliques lociones ni cremas hidratantes en el ombligo. La humedad puede contribuir al crecimiento de bacterias y hongos.