En Jalisco, a la fecha se registran 155 casos de hepatitis A, recientemente se notificaron ocho nuevos casos, lo que coloca a la Entidad a nivel nacional en el sexto lugar por el número de casos confirmados.
Mientras que, en la Región Occidente, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud Federal, el territorio jalisciense se ubica en el tercer lugar, después del Estado de Guanajuato con 511 casos notificados y Michoacán con 209.
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Aunque el Estado vecino de Nayarit registra 69 casos de hepatitis con dos notificaciones recientes y anunció un brote de hepatitis A esta semana y Sinaloa con 45 casos anuncia que establecerá un cerco sanitario, en Jalisco las autoridades de la Secretaría de Salud (SSJ) no han anunciado ningún tipo de acción en concreto por los 155 casos notificados a la fecha.
Este medio de comunicación ha solicitado entrevista con un funcionario de la SSJ para conocer si aplicará alguna campaña o estrategia por el anuncio del vecino Estado de Nayarit y Sinaloa.
A nivel nacional, de acuerdo con el informe semanal del Boletín epidemiológico, los casos de hepatitis A comenzaron a aumentar a partir de la segunda quincena de abril pasado en la semana epidemiológica número 16.
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco recomiendan evitar el consumo de productos elaborados o vendidos en la vía pública, procurar una adecuada higiene de manos antes y después de ir al baño, así como antes de comer y después de tocar objetos o superficies potencialmente contaminadas.
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Estas medidas, señaló el médico epidemiólogo adscrito a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 79 del IMSS, Juan José Atilano García, ayudan a evitar el desarrollo de la hepatitis A y E durante el temporal de lluvias.
Explica que el agua que circula por las calles puede diseminar diversos microorganismos como virus y bacterias en productos que se ofertan en las calles, por lo que la mejor alternativa es evitarlos.
El experto detalló que ambos tipos de hepatitis A y E son autolimitadas, es decir, que desaparecen por sí solas en un lapso aproximado de 14 días, siempre que el paciente acate medidas de autocuidado recomendadas por el médico como reposo en casa.
Ante síntomas como malestar general, dolor abdominal, náuseas, vómito, pérdida de apetito, fiebre, orina de color oscuro, fatiga, color amarillento en la piel y en los ojos, es fundamental acudir a recibir atención a la UMF que corresponda para recibir un diagnóstico y tratamiento acordes a las condiciones del o la paciente.
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