En uno de los andadores de la calle Humboldt a su cruce con 1 de mayo, en el centro de Ciudad Guzmán venden el postre que puede cautivar a cualquier paladar. Se trata de las palanquetas de nuez, muy conocidas en el sur de Jalisco y que han cruzado fronteras porque quienes las prueban quieren llevarse varias para tener en casa, incluso si viven en otros países. Ahí en ese pequeño andador son varios los puestos dedicados a la venta de palanquetas, uno de ellos lo atiende Johana Elizabeth, una joven que hace cuatro meses comenzó a trabajar y se ha enamorado de los dulces de la región.
Nos explicó que lo más vendido son las palanquetas y hay días en que se llevan hasta 80 de las grandes que cuestan 50 pesos y tienen un diámetro aproximado de casi 16 centímetros.
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Y es que el dulce hecho a base de leche, azúcar y nuez de la región es tan tradicional en la zona, que también las cafeterías que abundan en el Centro de Ciudad Guzmán las ofrecen pero a decir de pobladores del lugar las mejores están en esos quioscos al estilo de puesto de periódico atrás de los portales de la plaza principal.
En ese andador hay palanquetas de nuez desde los 35 pesos pero algunas más cuestan 40, 45 y la más grande de 50 pesos. Sin embargo en esos pequeños puestos venden algunos otros dulces típicos del sur de Jalisco como las cajetas de Sayula, las cuales al igual que las palanquetas han cruzado fronteras, debido a la consistencia del dulce de leche y el sabor.
“Vendemos cacahuate garapiñado, nueces garapiñadas, cajeta, dulces de leche, dulce de guayaba, tejocote, barra de alfajor, duvalines, greñudas, pellizcos, borrachitos, coco cuadrado y jamoncillos”, explicó la joven, mientras atendía a una mujer que llegó por su palanqueta para después de la comida.
¿Cómo se hace una palanqueta de nuez?
De acuerdo con algunas personas consultadas en el propio Ciudad Guzmán que es la cabecera municipal de Zapotlán el Grande, ubicado a unas dos horas de Guadalajara, la preparación es sencilla y se requiere leche entera, azúcar y nuez.
Primero se debe hervir en un poco de agua el azúcar sin dejar de mover hasta que se desbarate, para enseguida echar las nueces partidas por mitad y con una pala de madera seguir removiendo hasta que la mezcla se torne blanca.
Hay que poner un poco de mantequilla en un recipiente para evitar que se pegue y hacer bolitas distanciadas unas de otras, cuidando que no se peguen entre sí al momento de expandirse y secar.
Ya cuando se enfrían y endurecen lo ideal es separarlas con una espátula con mucho cuidado para evitar que se quiebren y enseguida disfrutar de uno de uno de los postres preferidos de quienes viven al sur de Jalisco y quienes por alguna razón visitan Ciudad Guzmán y prueban sus típicas palanquetas.
La Palanqueta es un dulce que proviene desde la época prehispánica que aunque entonces se fabricaban con maíz, después de la conquista se comenzó a usar cacahuate y otros granos como la nuez, amaranto, almendra, entre otros.
La pelea por el origen de la palanqueta se la siguen disputando ya que de los dulces tradicionales de Jalisco que es la Palanqueta los habitantes de Zapotlán el Grande (Ciudad Guzmán) aseguran que ellos son los pioneros y que está hecha a base de nuez, leche y azúcar, algunas incluyen variantes como la canela o la vainilla, hay otros derivados con cacahuate o con pepitas de calabaza.
Sin embargo están quienes dicen que el origen de la palanqueta, la receta original es española con influencias moras, como la del mazapán. Pero están las versiones del cronista de Ciudad Guzmán, Fernando González Castolo que dice que la palanqueta es por la unión de las dos culturas, los españoles y los de Ciudad Guzmán.