Uno de los postres preferidos si estás en Ajijic son las donas, tan famosas que abrieron incluso sucursal en Guadalajara porque sus principales clientes son tapatíos.
Visitamos el negocio, ubicado por la calle principal del pueblo mágico pegado al lago de Chapala, donde hay más de una veintena de donas de distintos tamaños y sabores y ahí platicamos con Fernando, quien desde hace más de tres décadas se encarga del negocio.
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Nos contó que la receta se la pasó el anterior dueño de las Donas Donuts, una persona llamada René Sandoval quien era México-americano y aprendió el oficio de las donas que cautivaron los paladares de mexicanos y extranjeros asentados en Ajijic.
Probamos varios sabores de donas y coincidimos con Fernando en que la preferida es la barrita de jocoque o nata, que si bien no es precisamente en forma de dona, es la que más se vende.
“La gente viene a hacer chocha, los sábados y domingos que viene mucha gente se Guadalajara aquí se encuentran, se saludan y se ponen a platicar personas que vienen cada quien por su lado y aquí se encuentran”.
Al día venden alrededor de 400 donas pero en fines de semana esa cantidad resulta insuficiente porque son casi 400 los clientes que buscan donas y muchos de ellos se llevan de a cinco a más para la familia.
¿De qué son las donas?
Hay distintas donas, la de tipo pastel o cake donuts, la de nuez moscada o old fashioned, la barra de jocoque o buttermilk bar, la trenza glaseada conocida también como twist and glazed donuts y las rellenas y empanadas.
“Tenemos seis tipos de pasta, la de vainilla, la de chocolate, la de nuez moscada, la de levadura, la de zarzamora y la de nata, ya dependiendo de qué sabor sea las decoramos con diferente tipo de cobertura, les ponemos chocolate, maple, nutella, vainilla, distintos tipos de coberturas que tenemos”.
Cada dona cuesta 30 pesos cuando es del día y las ofrecen a mitad de precio al día siguiente y cualquiera que llega sabe si está comprando la dona recién hecha o la anterior, que igual conserva su sabor, porque tiene un tiempo de vida de entre dos y hasta cinco días, dependiendo de lo que están hechas.
Su negocio se encuentra en una de las zonas más bellas de toda la ribera chapalense y hace apenas unas semanas cambió de domicilio para establecerse por la avenida del camellón que se llena de color con vendedores de artesanías, pero en una finca más grande.
Ahora venden también desayunos y comidas desde los 75 pesos y algunos completos por poco menos de 150 pesos, por lo que el local a lo largo del día mantiene clientes.
Han recibido a cónsules estadounidenses, ya que Ajijic es una de las comunidades con más extranjeros dentro de territorio mexicano y también a muchos empresarios de la región que convirtieron al local de las Donas Donuts en su oficina, porque ahí disfrutan de un buen café a cualquier hora del día.
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