30 años después y La Dama de Negro sigue siendo una tradición en la ‘Perla Tapatía’. En sus fechas este mes de octubre presentándose en el Teatro Galerías volvieron a darle una experiencia única a quienes arriesgaron sus miedos para presenciar una de las obras más icónicas en nuestro país.

Una montaña rusa de emociones es como te llevan Rafael Perrín y Benjamín Rivero, que desde un principio conectan con los asistentes. El inicio de la obra arroja un mensaje para evitar el uso de celulares y mantener la sala en completa oscuridad para una mejor experiencia y vaya que vale la pena.

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La obra inicia anticipando lo que estaba por venir. La única petición que se realiza a los asistentes es guardar toda luz que puedan tener para poder contar con una sala en completa oscuridad y que puedas vivir las emociones al límite.

De buena forma, tu atención queda centrada en cada diálogo, para no perder el hilo de la trama. Un estilo diferente de terror, donde no únicamente es mantenerte al filo del asiento sino que, con toques de comedia te sitúan de un lado a otro, para que los sustos sean de imprevisto y los ‘chistes’ también no los veas venir.

Las apariciones de ‘La Dama de Negro’ son tiempistas y acertadas. A pesar de que la obra la tiene como protagonista, no es una presencia permanente, al contrario, su valor agregado es mostrarse cuando debe hacerlo, para mantener esa inyección de adrenalina y suspenso en el público, que por lo mismo, mantiene en alerta todos sus sentidos.

A pesar de ser una obra ya establecida en el gusto de los tapatíos, muchos no pierden oportunidad de disfrutarla en cada una de sus visitas y en este mes de octubre no fue la excepción. Sin lugar a dudas, una ocasión especial para disfrutar el inicio de una buena velada.

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