Katya Echazarreta, que el sábado pasado se convertía en la primera mexicana y tapatía en ir al espacio por Blue Origin, fue elegida dentro de siete mil candidatos de 100 países para formar parte de la tripulación de la misión NS-21; 72 horas después estuvo en la tierra de su abuelito, Ixtlahuacán de los Membrillos, comió sus dulces predilectos y un elote del señor Adán, y recibió un sencillo homenaje del Gobierno municipal.
Fue discreto el encuentro con sus raíces, con los recuerdos de su infancia, que recuerda felizmente.
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Ixtlahuacán de los Membrillos se encuentra a 40.6 kilómetros de Guadalajara, donde Katya nació, más o menos media hora antes de camino, por la carretera que va a Chapala. A 23 kilómetros de donde ella bajó del avión que la trajo a nuestro país.
Su agenda es un secreto. Trasciende que podría volver rápidamente a casa, no sin antes entrevistarse este martes con el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, en las primeras horas del día.
La ingeniera Katya Echazarreta, de 26 años de edad, comentó que sus padres y su hermana actualmente viven en un poblado denominado Aguilillas, en Ixtlahuacán de los Membrillos, a donde viaja 4 ó 5 veces al año.
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Ante los presentes, su familia, amigos y el cuerpo edilicio, Katya Echazarreta narró brevemente lo que fue su experiencia de viajar al espacio: “Cuando estás sentado ahí y sabes que en unos segundos vas a salir del planeta, la verdad es que ahí ya no te da miedo. Al menos yo sentí tanta paz, tranquilidad, sabía que la situación ya no estaba en mis manos y que pase lo que pase ya no puedo controlar lo que pasara; y siempre digo que si tu tienes el poder de cambiar algo, adelante, pero si no lo tienes, entonces no vale preocuparte por eso”.
Cuando estás sentado ahí y sabes que en unos segundos vas a salir del planeta, la verdad es que ahí ya no te da miedoKatya Echazarreta, primera mujer nacida en México en llegar al espacio a través de un vuelo de Blue Origin
Mencionó que fue impresionante ver “cómo todo se volvía chiquito, montañas, nubes, y pasar por la última nube fue una experiencia difícil de procesar”.
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Comentó que el paso del azul del cielo al oscuro espacio fue abrupto, “pensé que me iba a dar más miedo, pero no sentía miedo para nada, estaba muy calmada, muy relajada y preparada para llegar hasta este momento, que yo siento que para esto nací”.
En esta improvisada sesión solemne del ayuntamiento, además del reconocimiento a Katya Echazarreta, se le tomó protesta a don Panchito como cronista vitalicio municipal.