La muerte súbita causada por un paro cardíaco puede tener tratamiento si se actúa con rapidez y ese tratamiento es la Resucitación Cardiopulmonar (RCP).
Aunque suena sorprendente el paro cardíaco, que puede parecer una forma de muerte inmediata, es tratable si las personas cercanas saben cómo aplicar RCP en los primeros minutos tras el colapso.
La RCP es un procedimiento de emergencia que consiste en aplicar compresiones en el pecho para mantener el flujo sanguíneo hacia el cerebro y los órganos vitales hasta que llegue la ayuda médica o se pueda usar un desfibrilador electrónico automático (DEA). Este tratamiento rápido puede revertir lo que parece ser una “muerte súbita” brindando a la persona afectada una oportunidad de sobrevivir.
Podría interesarte:
El paro cardíaco súbito suele ser causado por problemas en el sistema eléctrico del corazón como arritmias graves que desorganizan los latidos. Actuar rápidamente es clave: cuando ocurre un paro cardíaco, cada segundo cuenta.
En México las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte representando aproximadamente el 24% de los fallecimientos, según la Federación Mundial del Corazón.
Entre las causas específicas de estas muertes el paro cardíaco juega un papel significativo ya que puede ocurrir como resultado de diversos problemas cardíacos como infartos y arritmias graves.
Datos muestran que alrededor del 77% de las muertes en México están relacionadas con enfermedades no transmisibles, de las cuales las cardiovasculares son responsables de una parte importante.
Cifras aproximadas de fallecimiento por paro
En el año 2018 se registraron más de 85 mil fallecimientos por infartos y problemas coronarios. En 2019 se contabilizaron más de 80 mil defunciones por paro cardiaco súbito. Ya en 2021 hubo más de 150 mil por enfermedades cardiovasculares.
Estas cifras subrayan la importancia de la prevención y la atención temprana para evitar la muerte súbita por paro cardíaco. Iniciativas como la promoción de hábitos saludables y el acceso a la resucitación cardiopulmonar (RCP) son esenciales para salvar vidas.
Certificación de especialidades
Desde 1974 la certificación de especialidades médicas en Jalisco ha marcado un antes y un después en la formación de médicos especialistas asegurando una atención de mayor calidad para los pacientes. Este proceso, impulsado por instituciones como la Universidad de Guadalajara que jugó un papel clave en este cambio, junto con instituciones importantes.
En ese año comenzó un periodo muy importante para los médicos y la atención en los hospitales de Jalisco: las especialidades médicas empezaron a tener un reconocimiento oficial. Esto significa que los médicos que se especializan en áreas como cardiología y afines como cardiología pediátrica, cirugía cardiotorácica y electrofisiología, entre otras subespecialidades como la cardiología clínica, obtuvieron su reconocimiento universitario consolidando su papel como pilares en la atención médica del país.
Este avance es muy importante porque asegura que los pacientes nacionales o extranjeros sean atendidos por especialistas que tienen un conocimiento profundo en enfermedades específicas..
Además este año se cumplen 25 años del Laboratorio de Cardiología instalado dentro de la antigua escuela de medicina Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Benemérita Universidad de Guadalajara, el primero en su tipo.
La prevención es la mejor medicina para enfermedades
Las enfermedades cardíacas son una de las principales causas de muerte en el mundo, pero la buena noticia es que muchas de ellas se pueden prevenir. La clave para evitar estas afecciones radica en adoptar un enfoque preventivo que abarque hábitos saludables y la detección temprana de riesgos.
1. Estilos de vida saludables: Mantener una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos bajos en grasas, junto con la actividad física regular, reduce significativamente el riesgo de problemas cardíacos. Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol también es esencial.
2. Control de factores de riesgo: La hipertensión, el colesterol alto y la diabetes son condiciones que incrementan el riesgo de enfermedades del corazón. Realizar chequeos médicos periódicos permite detectar y controlar estos factores a tiempo.
3. Educación y concienciación: Promover el conocimiento sobre la importancia de la salud cardiovascular y enseñar a la población cómo actuar en emergencias, como el uso de la RCP, puede salvar vidas en situaciones críticas.
4. Acción temprana: Reconocer los síntomas de alerta de un ataque cardíaco o de otros problemas del corazón y buscar atención médica de inmediato puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La prevención sigue siendo la mejor medicina para mantener un corazón sano. Adoptar hábitos saludables y estar atentos a los factores de riesgo no solo mejora la calidad de vida, sino que puede evitar eventos como el paro cardíaco y la muerte súbita.
La salud del corazón está en nuestras manos y la prevención.
→ Suscríbete a nuestro WhatsApp y recibe las notas más relevantes