Hace algunos años, en Selva Mágica existía una atracción muy peculiar llamada "Alicia", la cual consistía en emprender un viaje por la anatomía de una mujer de grandes dimensiones que yacía tendida en el parque de diversiones.
Esta mujer rubia y de ojos azules guardaba un secreto que solo podían averiguar aquellos que hacían el recorrido.
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Recordemos que algunas partes de este recorrido incluían sonidos y movimientos propios del cuerpo humano, por lo que no era recomendable para personas con problemas del corazón, con dolores de espalda y mujeres embarazadas debido a que tenía partes de difícil acceso donde era necesario agacharse un poco.
El recorrido comenzaba por su cabello, una vez dentro nos encontrábamos con un panorama lleno de dientes, donde destacaban ambos colmillos y algunos dientes con caries. Los visitantes se divertían en esta parte, pues la lengua no era una superficie tan fija por lo que había que mantener el equilibrio.
Tanto el cerebro como el corazón tenían una luz cálida que sobresalía en la oscuridad, en el caso del corazón se simulaban los latidos, pues uno de los mensajes de Alicia era que aún cuando no nos estamos movimiento, por dentro pasan un sinfín de cosas.
Siguiendo el recorrido que iba de la cabeza hasta los pies de Alicia, los visitantes también se encontraban con su columna vertebral y sus intestinos, sin duda, esta atracción era una buena idea para enseñarles a los más pequeños la anatomía humana de una forma divertida.
¡Alicia estaba embarazada!
A mitad del recorrido, los asistentes se sorprendían al descubrir un bebé girando en lo que sería la matriz de Alicia, lo que nos revelaba que estaba embarazada.
En la parte que correspondía a las piernas se observaban en las paredes los huesos y el sistema cardiovascular y nervioso. El viaje terminaba con una puerta de salida ubicada en los zapatos.