“¡Vamos, María! ¡Vamos, Marie! Son parte de los sonidos que se escuchan en la tribuna del estadio Akron de Tenis, en apoyo a la griega María Zakkari y la griega Marie Bouzková, quienes se desgastan al máximo en la cancha, buscando su lugar en la Final del WTA 1000 que se celebra en Zapopan.
Personas de todas las edades se mantienen atentos a las acciones, celebrando los puntos de cada una de sus favoritas, siendo los gritos de los niños los que predominan en el graderío e incluso, pese a su corta edad, ya le muestran a sus padres a que deportista eligen en esta lucha por el juego decisivo.
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Los adultos, mucho más atentos al juego, estudian a detalle lo que acontece allá abajo y en una de las unidades obtenidas por María, dos aficionados conversan y concuerdan en lo acontecido en el terreno de juego.
“Se la puso para que le hiciera el punto, que barbaridad. No debió de dejársela ahí".
“¡Sí, caray! Le regaló el punto", contesta el segundo caballero.
Del lado de enfrente, en la parte media del estadio, una familia demuestra su apoyo hacia la nacida en República Checa con una pancarta, la cual muestran toda vez que su atleta logra hacer presencia en el marcador. Un tanto más abajo, el director titular del Abierto de Zapopan, Gustavo Santoscoy, se muestra feliz por el espectáculo que entregan las jugadoras, sonriendo e intercambiando apreciaciones con el ex tenista Leonardo Lavalle, quien lo escucha atento, pero sin perder de vista lo que ocurre frente a él.
“El juego está de pocas, muy parejo", mencionó Lavalle a Santoscoy, que asiente con la cabeza y sonríe para todos los lados que voltea.
La fanaticada se encuentra muy metida en el juego y para muestra un botón, cuando una aficionada se levanta como impulsada por resorte, para reclamarle a Bouzková, una una de sus acciones.
“¿Por qué lloras? Viene la segunda falta”.
Uno de los asistentes que no pasa para nada desapercibido, es el dueño de Chivas, Amaury Vergara, que hizo acto de presencia junto al flamante Director Deportivo Fernando Hierro, para observar este vibrante encuentro. Mientras Vergara Zataráin voltea con sus vecinos de asiento para compartir aspectos del juego y esboza una que otra sonrisa, Hierro se mantiene serio y con los brazos cruzados.
En otra parte del inmueble, en dos grupos y diferente sección, es como la familia de Pía Valentina le demuestra su apoyo a María y cuando se da el pase a la Final de su atleta, todos brincan de emoción y corean el nombre de su heroina, a quien irán a apoyar este domingo en busca de conquistar el trofeo de campeona.