Tras la salida de Felipe López rumbo a Primera División, el nuevo encargado de resguardar el arco de los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, es el formado en la cantera melenuda, Salim Hernández, quien a sus 21 años ha encontrado la forma de combinar sus estudios universitarios en odontología, con ser futbolista profesional.
“Hay que saber equilibrar los momentos, hay presión de los dos lados, son dos pasiones que requieren tiempo esfuerzo y dedicación, y combinarlas es un tema muy complicado, pero que me gusta y también que en un futuro voy a agradecer muchísimo que me hayan dado la oportunidad de estudiar y de seguir mi deporte”, compartió el cancerbero.
Chécalo:
“La posición te exige que sepas esperar los momentos y saber aprovecharlos, ahora que me toca tener esa responsabilidad, créeme que no me da miedo, la he esperado muchos años, he disfrutado el proceso y estoy agradecido con la institución”.
El arquero dijo que tiene en mente el poder hacer historia y dejar un legado importante, pues sabe lo que representa el equipo de la UdeG para el futbol.
“Es una responsabilidad muy grande porque es la Universidad de Guadalajara, creo que hay porteros históricos que han dejado huella y yo quiero ser referente”.
“Como portero uno tiene que ser perseverante, dentro del campo soy alguien que siempre estoy metido, que le gusta salir a entregar todo, si tengo que chocar o que me pegue la pelota en la cara voy con todo, sin miedo y trato de dar lo mejor para el equipo”.