Uno de los elementos de experiencia para el equipo de Leones Negros de la UdeG, que ahora competirá en la Liga de Expansión, es el canterano Romario Hernández, quien a sus 26 años de edad, asume el reto de ser la figura que sirva como ejemplo a seguir para los elementos juveniles.
“En la cancha debe haber un líder que hable y ordene y siempre he tenido ese liderazgo, no me asusto, no me causa problema porque así es mi forma de ser, es una cualidad más, ser líder en la cancha y fuera de ella… Si la responsabilidad va a caer en mí, la acepto y voy a tratar de guiarlos por el mejor camino”, dijo Romario.
“Es un proceso que vengo trabajando de hace dos o tres años, siempre he tenido esa capacidad de liderazgo y se me facilita, pero ahora va a caer toda la responsabilidad en mis hombros, en Rodrigo (Godínez) y Arturo (Ortiz), va a ser difícil porque hay chavos que se desubican, pero hay que tratar de enseñarles con el ejemplo, pienso que es la mejor manera, trabajando y orientándolos en lo que pueda”.
En cuanto a la nueva Liga de Expansión, de la cual formarán parte los universitarios, el capitán melenudo no le resta importancia, a pesar de que ahora no se tendrá la posibilidad de ascender a Primera División.
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“Es difícil porque sientes que juegas para nada, que no compites por algo más, pero creo yo dependerá de la forma como lo tome cada club, nosotros somos un equipo serio, que trabaja, que tenemos los valores de la Universidad de Guadalajara que nos ha inculcado el profesor Dávalos y siento que cada quien agarra su motivación, yo la agarro por el tema de trascender, de seguir trabajando y ser siempre mejor”.
“Nunca he bajado los brazos, y yo voy a seguir trabajando, mi meta es llegar a Primera División, Dios quiera nos dé chance de ascender al equipo y si no, individualmente si me toca, sería algo maravilloso”.