Petanqué (acá en México le decimos Petanca) es un deporte francés que es sumamente popular en el país galo, y que como todo lo bueno, ha cruzado fronteras hasta aterrizar en Guadalajara.
Con una cancha que fue colocada en el Parque Monterrey (se ubica en la colonia Vallarta San Jorge) como parte de las remodelaciones de los Juegos Panamericanos de 2011, esta estuvo en el olvido algún tiempo, al grado de convertirse en maceta, en arenero para niños, todo menos para jugar esta social disciplina.
Fue un grupo de franceses y vecinos, entre ellos el promotor del petanqué, Sebastian Cecillon, quienes hace un par de años decidieron darle vida y traer el juego para irse profesionalizando, pero sobre todo para pasarla bien mediante todo lo que implica ser parte de la familia petanquera que va creciendo en la ciudad.
“Empezamos a ir a jugar a este parque que es el único espacio dedicado como tal. Uno le aviso a otro, y a otro, al mismo tiempo los vecinos de la zona se interesaron en algo novedoso y que estaba en su colonia. Se dio de manera mágica, natural, unos se han quedado, otros olvidado, pero ahí está la intención de mantener la esencia del deporte en la ciudad”, compartió en entrevista para El Occidental, Sebastián Cecillon.
Pero qué es la petanca, pues bien, Cecillon, lo hace más fácil, mexicanizado: “es como la rayuelita y cánica, hay que sacar la cánica y acercarse a la rayita, por ahí va la mezcla cultural”.
“La petanca es parte de la cultura francesa, de la vida popular del sur de Francia. Es tradición acompañarlo con bebida, hay una muy famosa que es el licor de anís. Se dice que es un deporte para viejitos o para gordos porque no requiere de una gran condición física, sin embargo, hay un desempeño mental. Es mucho de convivencia, se presta para platicar mientras juegas, existe una rivalidad sana, puedes interactuar con los equipos. La modalidad individual te enseña a resolver tus conflictos individuales, con pareja te pone a decidir tú y tras persona la jugada más acertada, con tres, es más, son tres cabezas que piensan para generar un tiro. Es una cultura alrededor del juego de la petanca, hay tradiciones chuscas, acompañado de la bebida”.
Chécalo:
“Nos hemos vuelto una familia, cada quien aporta al club y eso nos hace ser más consientes, nos apropiamos de un espacio público, le damos vida, había muchos asaltos y delincuencia, el tener un espacio ha propiciado que la comunidad salga tarde y genere esta interacción social que antes no había. La petanca es muy social, lo pueden jugar niños desde cinco hasta señores de 85 años”.
A todos los que se quieren involucrar más de lleno y experimentar de primera mano lo qué es jugarlo, hay que tener las ganas de jugar y aprender, tener tres bolas metálicas (si no las tienen ahí les prestan) y acudir los lunes o jueves al Parque Monterrey, pues ambos días es cuando se reúnen a jugar a partir de las 19:00 horas.
“Las canchas están en un espacio público, por lo que cualquier persona que quiera ir en cualquier horario puede ir y hacer uso de ellas. Nosotros aceptamos a cualquier tipo de persona, condición social, raza, género, extraterrestre, no estamos cerrados a eso, al contrario, queremos que haya más jugadores en la ciudad, que surjan otros clubes. Estamos con la intención de generar algunas clases o cursos para los menores de edad, porque es una disciplina muy interesante que mejora la condición física, mental, es de concentración, precisión, queremos llegar a ellos que son el futuro”.
En busca de la profesionalización
El siguiente paso a dar para la petanca en la ciudad, es buscar el espacio para ser profesionales, algo en lo que ya trabajan, pues estos dos años en los que se han mantenido activos, los ha hecho involucrarse más en todos sentidos, por lo que hoy en día es una meta el llegar a tener un club profesional y en toda forma.
“Estamos buscando un espacio para generar una Asociación Civil y poder tener un club deportivo como tal. Estamos en proceso para ver que tramites hacemos con la Federación Mexicana de Petanca, estamos buscando unir lazos. Buscamos esas alianzas, porque este es un deporte relativamente joven en el país. Ya hay algunos clubes en Ciudad de México, Ensenada, San Luis, Querétaro, Mérida, poco a poco se ha ido expandiendo, va tomando forma la petanca en el país, es un crecimiento paralelo”.
“Fue un crecimiento mutuo, explicábamos las bases, conforme el tiempo profundizamos en las reglas, para meternos a un nivel más competitivo y profesional. Entre todos exploramos el reglamento, los distintos tipos de juego. Tiene sus reglas marcadas para el juego y reglas. Ha sido una evolución constante documentarnos, eso nos ha ayudado para ir perfeccionando el juego, el reglamento y la técnica”, complementó en referencia al crecimiento deportivo, al nivel, pues también ha sido una curva de aprender a ser profesionales en la cancha.
Hoy en día, a causa de la pandemia, el tema de torneos está un poco parado, sin embargo, han venido teniendo competencias en línea contra jugadores de Sudamérica, una vez a la semana hacen videollamada para competir en una modalidad que se asemeja al juego de dardos, todo para no perder el ritmo.
En cuanto a torneos en forma, Sebastián detalló que Ensenada es donde más torneos se hacen, también San Luis de la mano del promotor Memo García quien falleció hace un año, y ahora apuntan a ir a la Ciudad de México.
“Este fin de semana en honor a Memo, a un año de su muerte, estaremos visitando una hacienda en Guanajuato, en donde los conocidos de Memo organizaron un torneo para honrarlo y recordarlo. Viajaremos cuatro equipos para estar en este torneo esperando traer buenos resultados”.
“Local no hemos tenido torneo profesional, tuvimos una Liga de once semanas y un fin de semana hacíamos las finales. Este año la pandemia nos detuvo un poco, hace un mes organizamos un torneo, tratamos de reactivar, ver cómo anda el nivel del club. Queremos retomar la Liga a finales de octubre, de 4 a 6 semanas”, finalizó.