La clavadista Alejandra Orozco, ahora doble medallista olímpica, después de colgarse el bronce en la prueba de los sincronizados desde la plataforma de 10 metros junto a Gaby Agúndez, habló de todos esos sentimientos que tiene hoy por hoy después de su conquista en la justa veraniega de Tokio 2020.
“Es difícil poner en palabras tantas emociones y sentimientos, antes, durante y después de la competencia, lo más importante es que estamos felices y satisfechas con nuestro trabajo de este momento que empezó como un sueño, después se convirtió en un compromiso, en una meta, en un objetivo y ahora es un logro. Fue un trabajo de muchos años, de mucho esfuerzo de muchas personas que estuvieron día a día con nosotros. Todo nuestro equipo de trabajo, del equipo multidisciplinario, nuestros entrenadores, nuestra familia todos los que tuvieron confianza en este equipo y que no quitaron el dedo del renglón año tras año y aún con todas las situaciones que se vivieron a nivel personal, nacional y mundial”, compartió la clavadista tapatía.
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Ale contó que ella y Gaby siempre supieron que darían el todo, que el camino había sido más complicado de lo normal y pasara lo que pasara, ellas iban a dejar todo en la competencia y con eso quedarían satisfechas, pero al llegar la medalla de bronce todo cobró más sentido y relevancia.
“Gaby y yo teníamos muy presente que queríamos llegar hasta el final y luchar hasta el final y demostrar que tarde o temprano hay un fruto, hay una experiencia, aprendizaje y un momento de crecimiento y eso fue con lo que nos despertamos. Nos esforzamos hasta el final, no pudimos ocultar nuestras emociones a la hora de competir, estábamos muy enfocadas, concentradas clavado por clavado, pensando en lo que nos correspondía hacer y al final ver que estábamos dentro, que todo tiene su fruto, son muchas emociones encontradas”.
Ale habló de como después de ganar la plata en Londres junto a Paola Espinosa en la misma prueba de sincronizados de plataforma, ahora llegó más madura y entendiendo lo que representa un escenario olímpico que la llevó a ser ahora la madura y de más experiencia.
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“Es mi segunda medalla, pero las he vivido muy distintas ambas. En este día lo vi todo, lo dimensioné todo, vi con quien estaba, sabía donde estaba, era una Ale más madura viviendo el momento y feliz de poderlo hacer al lado de Gab que su historia ha sido distinta a la mía, pero ha sido de tanto crecimiento y aprendizaje de ir de menos a más, ha ganado todo, es una niña con mucha trayectoria, proyección y esto es de aquí para adelante, pasa a la historia como medallista olímpica orgullosas de poder aportar a nuestro país, al deporte, a las nuevas generaciones”.
Ahora Ale se prepara para participar en la prueba individual y por ahí seguir aspirando al podio y colgarse una medalla más para México y seguir escribiendo su propia historia.
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“Así como nosotros nos inspiramos de muchas personas, poder ser fuente de inspiración para decirles que si se puede, que podemos salir adelante, que podemos seguir a pesar de las dificultades, que todos somos iguales, todos tenemos nuestros sueños y hay que luchar por ellos día a día. No es de la noche a la mañana, pero llegar de alguna u otra forma y yo estoy feliz”.