La Selección Mexicana de Beisbol cayó con la cara al sol en el Clásico Mundial de Beisbol, al ser eliminado en las semifinales frente a la novena que a la postre se coronó campeona de esta edición como lo es Japón, en un juego trepidante que tuvo de todo: grandes atrapadas y volteretas, teniendo un final de 6-5. El combinado mexicano comandado por el Mánager Benjamín Gil fue conformado en su mayoría por peloteros de las Grandes Ligas, lo que provocó que el ambiente al seno del grupo fuera completamente armonioso y se convirtieran en una grata sorpresa del torneo.
En el roster mexicano había figuras de alto calibre, comandados por el pitcher Julio Urías, el cubano-mexicano, Randy Arozarena y el serpentinero Patrick Sandoval. El lanzador zurdo dejó a su equipo para el juego frente a los nipones, con el argumento de que ya había superado los lanzamientos necesarios, por lo que tuvo que reportar con la organización de Los Dodgers de Los Ángeles para cuidar su brazo.
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La presencia del sinaloense creó alta expectativa en los aficionados a la pelota caliente, haciendo suponer que la novena azteca podría llegar muy lejos en el Clásico Mundial y así fue; sin embargo, el desempeño de Urías dejó mucho que desear en los dos juegos en los que vio acción en la lomita. En el primero frente al representativo de Colombia, participó en seis entradas, permitiendo tres imparables, tres carreras limpias y ponchó a seis rivales, dejando el juego perdido y fue reemplazado por Luis Ceesa.
Para el choque ante Puerto Rico, la ofensiva centroamericana "atropelló" al sinaloense, aceptando tremendos castigos por parte de los toleteros boricuas, dejando una pizarra en el primer inning de 4-0 que incluyó dos palos de vuelta entera. El mexicano sacó el orgullo y la casta actuando tres entradas más en las que recetó cuatro ponches y en su cuenta dejó cuatro carreras limpias. En total, Urías tuvo una hoja de servicios de 10 ponches, siete carreras limpias y una base por bolas, quedando con una efectividad del 7.00.
Uno de los jugadores que sí logró brillar fue el joven californiano Patrick Sandoval, quien abrió las hostilidades frente a los Estados Unidos y vio acción frente a los japoneses, teniendo una brillante intervención y además, fue pieza importante para que su plantilla lograra cuatro victorias consecutivas. Sandoval respondió a la responsabilidad en la loma de los disparos, al silenciar el poderoso orden al bat de Estados Unidos, además del trabajo realizado contra Japón.
Quien se llevó los reflectores y se convirtió en un ídolo nacional, fue el nacido en Cuba, Randy Arozarena, que con sus brillantes actuaciones, sobre todo ante Puerto Rico donde le quitó a sus rivales un vuela cercas ya cantado con el electrónico a su favor, logró ganarse el corazón de todo un país y tenerlo, hasta las últimas consecuencias, como otra de las esperanzas para que México lograra acceder a la Final. El jardinero de las Mantarrayas de Tampa Bay obtuvo el mayor número de carreras impulsadas con nueve, superando lo hecho por Jorge Cantú en el año 2006.
El trabajo realizado por Arozarena no pasó desapercibido, pues los especialistas lo incluyeron en el equipo ideal de la justa y además, recibió la distinción del Jugador Más Valioso del Grupo C, superando a integrantes de naciones como Colombia, Estados Unidos, Canadá y la Gran Bretaña.
Uno de los peloteros que no quiso quedarse fuera de las miradas tanto de la prensa como de los seguidores mexicanos, es Javier Assad, quien con 5.2 entradas de participación, le hicieron daño solamente con dos hits, además de una base por bolas y presumiendo en su cuenta un total de seis ponches. La consagración vino en el juego frente a Puerto Rico, pues con 2.2 entradas de labor, "amarró" a uno de los rivales más potentes, permitiendo un indiscutible y un pasaporte.
Joey Meneses fue otro de los hombres que llamó poderosamente la atención en la primera base y justo cuando su equipo más lo necesitaba, en el juego ante los Estados Unidos, fue la voz cantante para guiar a sus compañeros a la victoria, al conectar sendos palos de vuelta entera cinco carreras impulsadas y colaborar con tres rayitas al score, con lo que México apabulló a los integrantes de las Barras y las Estrellas con un 11-5. Hasta su última participación, Meneses dejó un .370 de porcentaje, 10 imparables, dos cuadrangulares y seis remolques, así como una base robada.