Con cariño, el Khan del Mal, recordó a Pedro Perro Aguayo, pues al ser sobrino, siempre convivió desde niño con el can de Nochistlán, y ahora el día de decirle adiós, destacó el valor que tenía como persona más allá del ring.

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“Desde que éramos niños yo recuerdo que siempre Don Pedro iba a sus viajes a Japón y traía recuerditos, cosas que tú como niño las valoras. Muchas veces decía que sí conocía al Perro Aguayo, voy con él a las funciones, es un orgullo de niño llevarle su maleta, muchas veces me decían apoco lo conoces, pues sí, peor uno acostumbrado a convivir con él, no sabía la magnitud del monstruo que era. Era un ser humano extraordinario, amoroso, entregado a su familia, a sus compañeros y el ver el monstruo que era a nivel internacional”, compartió.

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De los recuerdos que tiene bien guardados en su memoria, sobre las luchas del Perro, habló de algunas que fueron un poco sangrientas, pero que dejó en claro hoy en día no se volverán a repetir esos niveles de buena lucha.

“Cuando fue su máscara contra cabellera con Universo 2000, le rompieron el cuello, le tuve que ir deteniendo el cuello en la ambulancia. Así hubo muchos, en el Toreo de Cuatro Caminos se abrió la cabeza con el tensor y perdió mucha sangre, quería seguir luchando, el Villano III dejó el campeonato en el ring y atendió a sus compañeros. Eran grandes monstruos de taquilla, son anécdotas que quedan marcadas en la mente de uno y de los aficionados que no se van a volver a repetir”.