Guadalajara sigue sin dormir, hay quienes aún no se la creen, hay quienes piden que no los despierten del sueño que están viviendo, pero es que después de 70 años, el Atlas logró ser campeón del futbol mexicano y por eso la fiesta no ha parado para la afición rojinegra y los propios jugadores, pues no es una hazaña menor.
Y este lunes, después de realizar su desfile de campeones, el autobús los llevó directo y sin escalas a la Glorieta de los Niños Héroes, ícono de la ciudad que es el lugar de festejo de los Zorros, y en donde se concentraron cientos de aficionados para seguir festejando el campeonato, pero ahora al lado de sus ídolos y ahora héroes: los jugadores y directivos que estuvieron ahí para presumir el trofeo y cantar que son campeones del futbol mexicano.
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Desde temprana hora, La Fiel se fue dando cita a los alrededores de la Glorieta, esperando la llegada del autobús con los jugadores campeones del futbol mexicano. Y entre sonrisas, caras de desvelo, pero sobre todo de una emoción que muchos jamás habían vivido, uno a uno fueron tomando su lugar para aplaudir a sus ídolos.
Y el momento llegó, los jugadores arribaron a su cita con su fiel, con los suyos, y la locura se desató. Al ver la copa y a Julio Furch, Camilo Vargas, Diego Cocca y compañía, los seguidores comenzaron a cantar hasta desagarrarse la garganta, a gritar que son ¡Campeones! Y también su tradicional: “¡Arriba el Atlas cabrones!”, siendo los más ovacionados los tres mencionados, pero sobre todo entregados al técnico Cocca, que les mandó un mensaje directo y que emocionó a los presentes: “¡Vamos por más!”.
El capitán Aldo Rocha, Julio Furch y también Camilo Vargas fueron invitados a dirigir algunas palabras en el micrófono a los aficionados, pero ninguno fue muy efusivo, simplemente gritaron el campeones y alentaron a la gente a seguir festejando.
El único que fue abucheado en el festejo de campeonato, fue el alcalde Pablo Lemus, a quien se le identifica como seguidor de las Chivas, algo que no le gustó del todo a los rojinegros, que le hicieron sentir su molestia de que apoye al rival de la ciudad, sin embargo, se puso la playera del Atlas para festejar con los jugadores, y fue ahí donde lo perdonaron un poco y le pasaron su afición de corazón.
Para amenizar el festejo, se presentó el grupo de cumbia villera de Los Fumancheros, que tocaron algunas de las canciones que más les gustan a los seguidores atlistas, que no dejaron de cantar y bailar hasta que ya se metía el sol en el horizonte.
Con esto finalizaron los festejos oficiales del campeonato del Atlas, pero en la ciudad y las calles sigue presente la ilusión de lo que acaba de pasar, algo que muchos creyeron nunca iba a suceder, pasó y se disfrutó y disfruta en grande en la ciudad.