Una de las grandes leyendas de la lucha libre mexicana, dejó el mundo de los vivos para irse a sumar al cuadrilátero celestial, en donde se reunirá con otros grandes luchadores que dejaron huella en este deporte espectáculo, Pedro Perro Aguayo falleció a los 73 años de edad, viviendo sus últimos días en Tala, Jalisco, el pueblo que lo adoptó, pues él nació en Nochistlán, Zacatecas, y es también en Jalisco en donde tuvo su vida y creció su familia.
El miembro del salón de la fama de la AAA, falleció el martes por la noche, la familia dio el anuncio, y aunque las razones exactas sobre su fallecimiento no fueron reveladas, se sabía que desde que su hijo murió en marzo de 2015, cayó en depresión y su salud se fue deteriorando. Incluso sus vecinos en Tala, aseguran que desde ese entonces ya ni siquiera salía a la calle.
Este miércoles fue velado en una funeraria sobre avenida México, la misma en la que se le dio el último adiós a su hijo. Pasadas las 10 de la mañana, arribó la carroza con sus restos, y entre caras largas de sus familiares y amigos, inició la velación de Don Pedro, en donde se le dio el último adiós.
A lo largo del día, familiares y amigos acudieron a la funeraria para ofrecerle el pésame a su esposa, además de que varios aficionados del can de Nochistlán acudieron para darle el último adiós a su gran ídolo.
También acudieron personajes importantes en su vida con los que compartió el cuadrilátero, como El Faraón, luchador con el que tuvo una gran rivalidad y en su momento le quitó un campeonato y lo rapó. También estuvo el director de la Banda Cuisillos, Arturo Macías, recordando esa mítica y bailada canción dedicada en honor al Perro.
El Perro Aguayo se retiró de los encordados en 2001, aunque todavía regresó unos años después para acompañar a su hijo en un par de batallas, sin embargo la edad ya le cobraba factura y su movilidad no era la misma.
La misa de despedida, y en donde serán depositadas sus cenizas al lado de su hijo será este viernes por la mañana.
Y del Perro siempre será recordada su entrega, como daba todo sobre el ring, con un estilo apegado a la escuela ruda y en donde tuvo grandes rivalidades, como con El Santo, a quien le dio una golpiza que nunca se le olvidaría al enmascarado de plata, y que todavía hizo eco entre los hijos de ambos luchadores.
También tuvo una legendaria rivalidad con Konan (a quien le quitó la máscara), además de los enfrentamientos que protagonizó en contra de los Hermanos Dinamita, quitándole la tapa a Máscara Año 2000.
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