Atlas partió, los Zorros dejaron Guadalajara con la misión de regresar la madrugada del lunes con la copa, la tercera para ellos y segunda de manera consecutiva luego de acabar con 70 años de sequía.
El cuadro rojinegro madrugó, a las 10:20 horas los jugadores y el cuerpo técnico comenzaron a aparecer en el lobby del hotel y de inmediato caminaron para abordar su autobús.
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El vehículo llevaba estacionado varios minutos con el motor encendido, algunos aficionados se acercaron para observar a sus jugadores.
Poco después salió Aníbal Chalá, el ecuatoriano fue interceptado por dos seguidores, uno de ellos llevaba la playera del Real Madrid, pudo ser una premonición de dos futuros campeones.
Camilo Vargas y Luis Reyes salieron enseguida, los dos jugadores fueron rodeados por personal del hotel y no le permitieron a la gente acercarse a ellos. Los aficionados se conformaron con verlos y gritarles.
El bloque más grande lo conformaron Ozziel Herrera, Jeremy Márquez, Diego Barbosa, Martín Nervo y Emanuel Aguilera.
En ese instante llegaron otros dos aficionados, uno llevó la playera rojinegra con el número 4 de Rafael Márquez.
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Julio Furch y Julián Quiñones salieron casi al mismo tiempo, la gente se le acercó a pesar de que la seguridad se los negó, los dos delanteros alcanzaron a atender a algunos aficionados con selfies: “Vamos Julián, vuélveles a anotar”, le gritaron al colombiano.
Pepe Riestra, Javier Abella y Edgar Zaldívar fueron los siguientes en subir al autobús.
El plantel estaba abordo, pero les faltaba su capitán, Aldo Rocha fue el último en salir. El guanajuatense salió rodeado de tres personas de seguridad, el atlista quiso, pero no pudo atender a los seguidores.
Con todos a bordo, el autobús cerró sus puertas y partió al aeropuerto Miguel Hidalgo para luego trasladarse a Pachuca. Atlas se fue, pero espera regresar con el bicampeonato.