Después de que en el debut del Atlas en casa en el presente torneo de Clausura 2020, la afición no respetó e hizo caso omiso de las advertencias sobre no estar gritando el insulto que la FIFA resolvió que es homofóbico, la comisión disciplinaria abrirá una investigación para determinar cuál será el castigo para los rojinegros.
La primera ocasión que se dio el grito, el silbante paró el partido unos instantes, para la segunda, ambos equipos tuvieron que dejar el campo y retirarse a las bancas, ya en la tercera, cuarta y hasta una quinta, simplemente el silbante dejó en claro que se pasaría el reporte para definir la sanción.
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El reglamento, en caso de ser aplicado como es, indica que al Atlas le caería un veto al estadio Jalisco, aunque este podría ser pagado en algún encuentro de Copa Mx, o bien en su siguiente duelo de locales en Liga, que es la próxima semana ante los Xolos de Tijuana, el cual está programado para el 31 de enero.
La resolución se dará en este inicio de semana, y el Atlas pasaría a la historia como el primer equipo sancionado por esta nueva regla, además de que es el primer estadio en el que se detiene el encuentro una segunda ocasión.
Los entrenadores de ambos equipos (Atlas y Puebla) aseguraron que esta situación perjudica a ambos bandos, además de que no quedó muy en claro cómo se aplica la regla, pues la palabra se la repetían y gritaban a jugadores sin que vistiera un despeje y en ese caso no se sanciona, y se dedica exclusivamente a sancionar en los despejes de los porteros.