La euforia por el campeonato del Atlas sigue presente y ahora se ha reflejado en la tradicional rosca de reyes, con una especial para los seguidores rojinegros que quieren seguir festejando la consecución de la segunda estrella en la historia rojinegra. Justo como Ceci Becerra, quien es la dueña de la Panadería Becerra y que ha comenzado a ofertar la rosca rojinegra, que, en lugar de los monitos tradicionales, ahora tiene en su interior el escudito del Atlas y las dos copas de campeón.
“Desde que tengo uso de razón le voy al Atlas y la verdad es que el campeonato nos trajo tanta alegría, es indescriptible lo que seguimos sintiendo y lo esperé toda mi vida. Cinco días de la semana traigo algo del Atlas, soy aficionada. Se me ocurrió la idea porque comenzó a circular una rosca del Atlas y tengo un amigo con impresora 3D y le dije que si me podía hacer las figuras que tardan horas en imprimirse, fueron más de 10 horas en la impresión”, contó la emprendedora de 29 años de edad.
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Después vino el realizar las pruebas y salieron tan bien que le convenció para producirlas, además de que, al compartir las imágenes, recibió buenos comentarios y hasta el momento ya tiene confirmados 150 pedidos, que le han apartado para celebrar este Día de Reyes, estimando que producirán un total de 300 roscas alusivas al Atlas.
“Es solo el tamaño grande. Le ponemos 2 copas y un escudo del Atlas, que es grandecito como del tamaño de una moneda de diez pesos y le ponemos un niño Dios, que para nosotros fue Diego Cocca. Le ponemos cuatro monitos, la pasta va pintada de rojo, el negro es con chocolate y cocoa. Tiene un precio de 360 pesos, dado que las impresiones en 3D son muy caras”, detalló sobre el contenido.
El costo de la rosca del Atlas es de 360 pesos y se puede apartar con 60 pesos, comunicándose al teléfono que aparece en las redes sociales de la Panadería Becerra que se encuentra ubicada en el Barrio de Analco.
Sobre la panadería
Ceci inició este negocio panadero cuando tenía 21 años de edad y ya tiene seis años con ella, que se ha logrado expandir y ya tiene dos sucursales, pues a pesar de no ser de familia panadera, encontró un negocio noble, un producto que se consume mañana, tarde y noche y la oportunidad de hacer un pan fresco y de calidad en el que no se reducen ingredientes.
