Miedo, suspenso pero no al borde del ataque cardíaco así describe Marisa Vicentini su obra “El Fantasma de rosario” en donde narra la historia de un fantasma que habita en una casa abandonada y que al momento de que llegaron sus nuevos moradores comienza a manifestarse.
La lectura puede remontar a pensar en grandes producciones como las películas “Sexto sentido”, “Los Otros”, en donde seres que ya no están entre los vivos buscan manifestarse y transmitir su mensaje pendiente y que no pudieron difundir antes de partir de este mundo.
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“El fantasma de Rosario es ese tipo de historias, siempre le digo a la gente a mi me gusta escribir terror pero no me gusta hacer terror del loco de la motosierra que mata a todos en una cabaña en el bosque hasta que queda uno solo, no quería eso, quería recrear una historia al estilo victoriano, las historias que escribían los ingleses, que se nutre de ese tipo de literatura”.
Pero también es una obra conformada con historias de la vida real que le platicaron amigos, conocidos, lectores y transcurre en una casa abandonada en Argentina y la casa es real, “yo pasaba por la puerta de esta casa y la admiraba” porque tiene más de 100 años de construida y siempre pensaba de cuántas historias de fantasmas había en ese sitio.
La obra también es una historia de superación ya que Micaela, la protagonista, su hijo falleció en un accidente y tras lo cual quiere estar sola, tranquila y sin embargo en la casa vive otras personas “que le quiere dejar un mensaje, pero esa persona está muerta, todo esto va pasando hasta que a Micaela una señora que conoce le regala un gato que siempre mete la pata en un agujero que está en el piso”.
Esa acción hace que la historia se acelere ya que es el hilo conductor de la historia porque está vinculado al espíritu que está dentro de la casa y de ahí se desprende la parte espiritual “pero no es lo que esperamos porque ese fantasma de Rosario viene a denunciar algo que le pasó” y el resto hay que descubrirlo y ser detectives junto con Micaela.
Sin duda alguna se tendrá suspenso de inicio a fin, no van a quedar ganas de soltar el libro pero no se estará al borde del colapso ante una aparición repentina o una narrativa de terror, sino que dejará las ganas de llegar al final y descubrir qué mensaje tenía Rosario pendiente de decir para así continuar su transición.