Si usted gusta de visitar estados o ciudades coloniales y mágicas, una de ellas es Zacatecas en donde hay un mundo por descubrir desde las milenarias minas que se han convertido en atractivo hasta la gastronomía tradicional, el teleférico entre otros atractivos que ofrece.
Zacatecas ofrece todo tipo de atractivo para todos los gustos se puede empezar por conocer las leyendas que envuelven a algunos hoteles tal es el caso El Mesón de Jobito, en donde se dice hay diversos espíritus que se manifiestan por las noches, una niña que juega, caballos que relinchan y un fantasma que vive en la habitación 107, en vida se llamaba Don Jobito.
La experiencia de quienes gustan de emociones paranormales es única ya que se dice, quienes se han quedado en esa habitación tan demandada que Don Jobito se manifiesta por las noches.
Él era un trabajador que cuidaba del hotel a mediados del siglo pasado cuando era un sitio de hospedaje de mercaderes y posteriormente una vecindad.
Este personaje vivía ahí, específicamente en la habitación 107, la habitación donde murió, tras lo cual surgió la leyenda ya que se dice que su espíritu nunca se fue y su antigua habitación piensa que sigue siendo de él y quienes pernoctan en ella saben de su presencia alrededor de las cuatro de la mañana
Sus apariciones no son consideradas ni aterradoras peligrosas, aunque sí dan leído porque la televisión se prende y se apaga automáticamente, las ventanas se azotan, les jalan las cobijas, los candiles se columpian y para los más infortunados, Don Jobito se les presenta cuando ellos se miran en el espejo.
Pero las historias continúan en todo Zacatecas, ya que uno de los restaurantes más famosos es precisamente La Leyenda en donde se sirve el tradicional platillo conocido como Asado de Boda, el cual se sirve precisamente en todas las bodas, el cual consta de carne de puerco, cubierto con una salsa de chile colorado y otras especias.
Chécalo:
Este restaurante tradicional cuenta con una de las colecciones de recuerdos más grande del estado al tener más de 13 mil piezas entre muñecas, cuadros, esculturas, máscaras, artesanías, servilletas firmadas por personajes reconocidos de la música como los Ángeles Azules, toreros, músicos, entre otros.
La gastronomía se complementa con las gorras de barrio, las cuales van rellenas de carnitas bañadas en cálculo de jitomate, con crema cebolla y que se pueden disfrutar el restaurante Acrópolis, uno de los más renombrados de la ciudad porque tiene obras de arte originales de Toledo y hasta Picaso.
Por la tardes-noches de puede disfrutar del clima frío que impera en el estado y recorrer la ciudad a bordo del turismo en donde se va contando la historia de los principales personajes del estado, de cómo la Plaza de Toros se convirtió en un hotel, el acueducto, la Iglesia de Fátima, la Catedral, entre otros atractivos.
La visita no puede quedar incompleta ya que es obligatorio recorrer las minas de El Edén y la de San Bernabé, dos escenarios diametralmente opuestos, el primero adaptado para recorrer los túneles por los turistas con iluminación, la otra así rústica y con las condiciones en las que se trabajaba desde hace más de 400 años hasta que se cerraron.
Si le gustan las emociones fuertes y deporte extremo también se tienen atractivos para que disfrute desde las alturas la belleza colonial de esta ciudad, uno es el moderno Teleférico el cual recorre más de 650 metros en el cerro de la Bufa desde donde se aprecia el valle en el que se ubica Zacatecas.
Pero para los más aventurados se tiene la Tirolesa con 840 metros de ida y otros 840 de regreso donde podrá sentirse como un ave que surca los aires zacatecanos, en donde se siente cómo pega el aire frío en la cara, se siente la velocidad y la adrenalina que se siente al ver el vacío hacia abajo de uno.
Para quienes gustan de las obras impresas se puede acudir al taller del artista Alberto Ordaz, en donde podrá ver su técnica de litografía y hasta llevarse una de sus obras impresas, firmadas y la que guste, al mismo tiempo ayudar a imprimir su propio cuadro.