Arranca la Feria Internacional del Libro en su edición número 34, en memoria de quienes han perdido la vida por la pandemia Covid-19 y en honor del personal médico que ha dado la batalla en la primera línea; sin la presencialidad, pero de manera virtual, pero sobre todo sin dedicatoria para nadie, decidida a debatir y discernir.
“Se vale la crítica, estamos enfilados”, sostuvo el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, que agradeció la defensa que mexicanos en redes sociales y medios de comunicación, emprendieron ante los ataques y comentarios que se dieron hace unos días desde la presidencia de la República.
Los libros son esencia vehículos de la libertad y enemigos de cualquier tipo de fundamentalismo. La FIL es una feria de la universalidadRaúl Padilla López, presidente de la Feria Internacional del Libro
Raúl Padilla López justo comenzó con ello, enviando las condolencias a quienes han perdido la vida durante esta pandemia de Covid-19, “ha superado todas las proyecciones, todos hemos perdido familiares, amigos, vecinos y personas significativas en nuestras vidas; a ellos dedicamos esta FIL”, dijo.
Luego hizo un reconocimiento a la mesa situacional y de monitoreo de la pandemia encabezada por el rector de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, quien por su parte reiteró que esta feria también es en honor de todo el personal médico.
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Raúl Padilla dejó en claro que junto con la directora de la Feria, Marisol Shulz, “asumimos como un deber no cancelar la FIL por las difíciles circunstancias que vive el mundo del libro hoy”. Reconoció que la pandemia “ha venido a complicar una industria”
Destacó el cierre de librerías, supresión de contratos, lanzamientos aplazados y cancelamiento de ferias.
“Tenemos la misma ilusión y alegría por su inicio, pero también tristeza por todo lo que ha venido ocurriendo este fatídico este año”, expresó el presidente de la FIL, quien resaltó la importancia de seguir adelante y aunque se mantuvo la esperanza de hacerla presencia, “nos dio tiempo para tomar la decisión y mudar a plataformas digitales”.
Prometió una gran feria, con un programa de calidad, y adelantó “se van a sorprender de todo lo que hemos preparado para esta ocasión”.
“La FIL que inauguramos es en esencia nuestro evento de cada año, pero ahora enriquecida por las tecnologías digitales, es un ensayo de futuro, pues nos prepara para un mundo que ya funciona digital, virtual y comunicado, es la feria en evolución; queremos que siga siendo gran foco de proyección de la lengua española que la fundación del premio Princesa de Asturias consideró para otorgarle el premio por Comunicación y Humanidades, este año”.
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Raúl Padilla insistió en que la FIL está más allá de los señalamientos locales: “Fuera de nuestro país, la crispación política y las declaraciones que encienden las redes sociales, no tienen cabida. Lo que se conoce e importa allá es que México organiza una de las ferias más importantes del mundo y eso es relevante para los millones de personas que escriben y leen en nuestro idioma”.
E insistió en que tampoco tiene dedicatoria: “La FIL se ha consolidado a pesar de muchas cosas, sí, pero nunca en contra de personas o instituciones. A pesar del escepticismo de quienes dudaron de su éxito, en un país como el nuestro, o más aún en su provincia.
"O a pesar de los criterios cambiantes del gobierno en turno para apoyar su realización. O en contra de que se impongan criterios de que libros sí valen, qué ideas sí importan o de qué discursos si deben escucharse. No podría ser de otra manera. Los libros son esencia, vehículos de la libertad y enemigos de cualquier tipo de fundamentalismo”.
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El rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, refrendó en ese sentido: “Hace unos días, respecto el debate sobre el espíritu crítico de esta feria, leí un artículo del editor Luis Jorge Arnau, en el que empezaba diciendo: Ando entre encanijado y desilusionado por ciertos comentarios presidenciales, ahora contra la Feria del Libro de Guadalajara. Yo le diría a Don Jorge, después de haber leído cientos de comentarios similares, que cuando alguien critique la FIL, no hay que enojarse ni desilusionarse, simplemente la FIL se defendió solita, y así, enfilados todos, la defendieron ustedes, gracias por todo su apoyo y su solidaridad. Bienvenidos a la FIL donde desde hace 34 años se vale criticar. Estamos enfilados”.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Juan Luis Arzos Arbide, por su parte destacó el gran respaldo que representa para el gremio esta feria a la que calificó además “como la más divertida”: “Los libros son el vínculo más importante para el intercambio de ideas e idiosincrasias, propicia la cohesión social y tiende puentes necesarios en nuestra sociedad. Quiero agradecer a los organizadores de esta gran Feria realizarla aún con la situación que atravesamos y reiterar el apoyo de la industria editorial mexicana a la FIL Guadalajara”.
Ricardo Villanueva Lomelí, en su calidad de rector de la UdeG, lanzó un reto a los seguidores de la FIL “que todos compren un libro” y se superen a lo doble los 830 mil asistentes del año pasado, pero más aún, que ese más de un millón de 600 mil lectores visiten la FIL en el 2021, cuando ya pueda ser presencial.
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