La literatura, espejo de la historia, tema central de la quinta mesa de la Cuarta Bienal Mario Vargas Llosa, en donde se analiza el impacto de la historia en la literatura o la literatura en la historia de cómo se interrelacionan y se cómo se usan una en la otra.
Selva Almada, escritora cubana, señaló que la historia “si se tiene que pensar como un espejo, sería como un espejo empañado que sale del agua y vas viendo fragmentos, partes y a veces uno escribe, es algo que no permite ver claramente y, por lo menos, a mí que me interesa la literatura, se ve lo que esconde, lo que hay que ir a buscar entre líneas”.
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Desde su punto de vista, la historia también es un relato en algún punto y depende de quién la escribe aborda diferentes aspectos, transmite diferentes aspectos de una misma cosa.
“La pensaría como algo que quizás la literatura ambigua mientras ve por el rabillo del ojo, no termina de reflejarse completamente, termina reflejándose fragmentada”.
Dijo que a ella le interesa la historia más relacionada a cómo puede aparecer en la vida o como se puede relacionar la historia o contar la historia a través de la vida de una persona o de un grupo de personas, no sólo de aquellos que salen en los libros de la historia, es decir, la historia contada a partir de un personaje menor y enlazarlo con el resto.
La historia atraviesa sus historias, señaló la escritora cubana y en el caso de sus libros se aborda la violencia de género, los feminicidios que son una parte del problema de nuestra época y que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo, pero esta es la época en la que se puso sobre la mesa, se comenzó a debatir, salió del closet.
Por su parte, Rafael Rojas, escrito cubano, mencionó que a diferencia “de quienes nos acompañan y por dedicarme profesionalmente a la historia, tiene un enfoque distinto y lo primero que pensé al proponerme el tema fue la famosa frase feudal en donde se pensaba que la novela es un espejo de la realidad y desde entonces hay una interacción muy fluida entre literatura e historia y la literatura está llena de formas de representaciones que rebasan el pasado con la novela histórica”.
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Cecilia Eudave, escritora mexicana, señaló que fue acertado no decir que la literatura es el reflejo de la historia porque “para mí, más que un reflejo, es una representación y mi abuela me decía cuando era niña: hija cuando pases cerca de un espejo y te guste cómo te ves cómpralo y tiene que ver quizás con que lo que vez no es lo que eres, sino como quieres verte”.
De ahí empezó a hacer varia reflexiones y se dio cuenta que también los escritores “somos espejos de nuestro contexto social, de nuestra formación de vida, del núcleo familiar en el que nos insertamos, del país de todas sus variantes y a partir de ahí escribir y nuestros textos también son espejos de una representación muy próxima de lo que quiere ser o de lo que son”.