Este sexenio se ha caracterizado por el desequilibrio de poderes, afirmó José Ramón Cossío, investigador asociado en el Colegio de México y ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“La Suprema Corte de Justicia, la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica), el INE (Instituto Nacional Electoral), cualquiera de estos órganos hoy tienen una presión específica, hoy están siendo atacados de manera específica, hoy se han quedado sin presupuesto, hoy han retirado a una cantidad importante de sus integrantes y son órganos que no están funcionando, que no están bien presupuestados, se les han disminuido las atribuciones y eso no lo podemos negar”.
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Su señalamiento fue como participante en el II Encuentro Internacional de Gobierno y Sociedad Civil, que organiza la Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara, donde hablaron además de controles democráticos, federalismo y contrapesos para conservar la salud de la república.
En su intervención, Jesús Silva-Herzog Márquez, profesor del Tecnológico de Monterrey refirió que no es posible hacer una reflexión equilibrada sin tener en cuenta la “degeneración”, que afirma, es la segunda que enfrenta el país desde la fundación del pluralismo institucionalizado.
Los investigadores que participaron en el encuentro coincidieron en que desde finales del sexenio anterior los escándalos entre gobernadores generaron que perdieran capacidad de influir en votos de diputados en congresos locales y ahora buscan recuperar el protagonismo perdido, con temas como el fiscal.
“Nunca tuvimos un proyecto completo de transformación, pensamos que sacar al PRI de Los Pinos era suficiente y nunca planteamos una agenda de reforma constitucional que nos ayudara a brincar al otro lado del río y esto es grave”, agregó Edna Jaime, fundadora y directora general de México Evalúa.