No solo es de lamentar que la reforma educativa 2022 no se haya sometido a discusión de la opinión pública, sin que además hecha por la borda 50 años de investigación en la materia, concluyen periodistas, escritores e investigadores que debatieron justo sobre el tema “La Educación en Peligro”.
El periodista y escritor Gilberto Guevara destacó que el gobierno no sólo se propone cambiar contenidos, sino que aspira a introducir un cambio radical y reiteró que el objetivo estratégico de las autoridades educativas es abandonar la educación moderna que impulsó el Estado desde hace un siglo y sustituirla por una doctrina pedagógica poco lista.
“La SEP está imponiendo una reforma que nunca se discutió en la opinión pública y se presentó ya hecha a asambleas estatales. Es un hecho grave, por las implicaciones del cambio y es muy serio que se haya elaborado y presentado sin dar oportunidad para una discusión sistemática”, agregó.
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Dentro del marco de la Feria Internacional del Libro, el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) como parte del programa de FIL Pensamiento, Guevara Niebla destacó que se quiere pasar de la educación moderna actual, la cual, dice la SEP, sirve exclusivamente a las élites empresariales y élites políticas dominantes; a una educación que sirva, por el contrario, a los grupos sociales oprimidos y tenga como centro organizador a la comunidad.
Para la investigadora del Departamento de Filosofía de la UdeG, Ana Cecilia Valencia Aguirre, en toda reforma, en quien recae la tarea de transformar es en el docente; aunque se da en un contexto ajeno a las escuelas, se espera que logre concretizarse; pero es fundamental que tenga claras las rutas para aterrizarla.
Dijo que esta reforma educativa, como todas las que ha habido, son un campo de batalla donde debaten voces, posiciones ideológicas y visiones sobre el plan que debería tener la educación; sus fines, propósitos y su impacto social.
Hugo Balbuena, quien se ha desempeñado en la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP, primero como Director del Área de Matemáticas y en los dos últimos años como Director General de Desarrollo Curricular, expresó que el problema más fuerte es que los contenidos de matemáticas están desvinculados, cuando se requiere que los estudiantes desarrollen procesos de estudio, y eso no está presente.
Luego destacó: “La propuesta curricular intenta tirar por la borda más de 50 años de investigación educativa, en los que ha habido avances significativos, de los cuales las propuestas curriculares se han nutrido, pero todo eso se encuentra desaparecido”.
Boina Eduardo Backhoff, Presidente de Métrica Educativa, AC, expresó que el tema más maltratado en la reforma es la importancia de la evaluación: “La SEP no considera realizar evaluaciones, más aún, y las considera como dañinas; pareciera que las autoridades educativas no entienden su propósito. A pesar de que el documento analiza el tema de la evaluación y que es aludido continuamente, y al cual se dedica un apartado entero, es uno de los temas más confusos, contradictorios y menos elaborados; se menciona la mayoría de las veces para denostar su uso”, apuntó.
Roberto Rodríguez dijo que la nueva propuesta tiene como eje conceptual la suposición de que hay que colocar al centro la relación entre comunidad y escuela, y desde su punto de vista parte de dos ilusiones, la de la comunidad y la escuela: “Suponer que la complejidad de un país como el nuestro, en todos los aspectos se resuelve en un número imaginado de comunidades que cultivan relaciones de intercambio y colaboración, es eso, una suposición; el país no está dividido en comunidades que conviven entre sí”.