Óscar es un "periodista" que busca abrirse camino en el mundo de los medios de comunicación todavía sin terminar la carrera, pero desde el principio tomó malas decisiones y eso le acarrea un sinfin de problemas en su día día.
Esa es la historia que se cuenta en el Crimen del Hombre Océano, obra literaria escrita por el mexicano David Requesens y que ahora en el marco de la FIL Guadalajara 2023, se exhibe en para todo el público.
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EL OCCIDENTAL buscó al escritor para hablar más acerca de esta obra que está ligada al arte de comunicar y nos revela como es la aventura de su personaje en la vida laboral, quién se "muda" de fuente para cubrir sucesos de otra índole. Amable y sonriente nos recibe en su stand, nos invita a tomar asiento y la charla da inicio.
Desmenúzannos a Óscar, causante de todo este enredo.
Pues ¿Qué te digo? Óscar es un, digamos periodista entre comillas, porque no terminó la carrera, prefiere brincarse unos pasos y termina siendo un fraude, fue muy deshonesto y se queda sin trabajo.
De repente tiene que pagar renta, agua, luz... Todo y no tiene dinero, se da cuenta que todo comienza a irse a la basura y nuestro Óscar termina consiguiendo trabajo en un periódico que busca resolver asuntos paranormales y de repente tiene que resolver un asunto que es la desaparición de una niña y todo lo que se le puede llamar pistas, apuntan a conocer de qué se trata el Crímen del Hombre Océano y es su labor investigar si existe o no.
Hablemos del error que cometió nuestro amigo a causa de un partido del Club de Fútbol Torres
Nos vamos a dar cuenta que Óscar busca la nota desesperada y es medio absurdo, es que... No quisiera spoilear, pero él llega a la conclusión de que el partido estuvo arreglado (ríe) y además de estar desesperado, no es muy inteligente porque mete la nota a la fuerza, sin argumentos y la fuente que tiene no es muy confiable.
Él dice que escucha que se escucha a agente que trabaja para el equipo, quienes dicen que el juego estuvo arreglado, la mete a las páginas del periódico y después se entera que eran unos taqueros aledaños al estadio quienes sueltan esa versión
Es un periodista ambicioso el que vemos en tus páginas
Sí, totalmente. Es muy ambicioso y siento que es un personaje que siente que no es suficiente lo que tiene y lo que sabe; entonces, eso lo obliga a buscar atajos, a ser un desorden, deshonesto y el problema es que no es un deshonesto inteligente.
Entrando un poquito en tu parte, eres un escritor que no se dedica al 100 a esto, sino que busca divertir al lector
Sí, originalmente... Esto es medio egoísta porque en primera instancia es para divertirme a mí mismo, porque en ocasiones me preguntan ¿Hacia quién va enfocado? Y me cuesta mucho trabajo contestarlo porque de entrada lo escribo para mí, para divertirme como muy bien dijiste.
Creo que Óscar es el claro ejemplo del chavo que sale de la Universidad sin un futuro claro, pero que busca todas las rutas para salir adelante, que no sabe encontrarlas y eso es algo que vivimos todos.
¿Cómo hacerle para que el lector se identifique con Óscar sin importar la profesión que se tenga
(Ríe) sí. Es medio difícil, porque la cuestión del periodismo, la manera en que se aborda en esta novela es mucho de ¿Qué creemos? ¿Cómo lo creemos? ¿Cómo lo mueven los medios? Cómo es el caso que la nota escandalosa tiene más éxito que la real.
Y entiendo que tú por ejemplo te puedas identificar como periodista y creo que también los que no lo son pueden empezar a entender este mundo desde el ¿Cómo se escribe? ¿Cómo se investiga? Y desde luego en esta novela esto se pasa por "encimita", pero nos va mostrando un poco de la verdad desde una óptica rara, porque Óscar trabaja en un medio paranormal, donde sus jefes están convencidos de que lo que está haciendo es decir la verdad cuando no lo es.
Y qué el personaje recupere su credibilidad en un mundo que no es tan creíble es un asunto extraño
¡Claro! Ahí es donde él va a descubrir que en este periódico al que entra, "El Inusual" , es un lugar en el que si bien dice mentiras entre comillas, pues busca datos y fuentes para decir la verdad. Yo creo que el juego es divertido porque por ejemplo, el jefe de Óscar dice que en esta FIL existe un fantasma, él lo da por hecho y eso es lo que hay que descubrir.
Yo espero que lo disfruten tanto como yo lo disfruté escribiendo está historia, independientemente de si es muy verosímil o es buena, yo espero que la disfruten.
¿Cómo elegiste a Óscar y al tema periodístico?
Uno de repente quiere exorcizar sus demonios y yo estudié Comunicación Social, esa es mi carrera inicialmente y me encontraba en esta situación de no saber para dónde ir porque como Comunicólogo puedes ser un jala-cables, guionista, puedes irte a Deportes como en tu caso, cine o lo que me digas y de repente no encuentras dónde, porque la puerta no es tan amplia como me decías hace un momento.
Entonces fue eso, exorcizar los demonios de lo que yo viví cuando salí de la carrera, por eso es que metí a Óscar en la cuestión del periodismo y Comunicación, pero más tirándole al fracaso.
Y lo pones a "chambear" como es hoy en día, que no solamente tenga una fuente sino varias
Sí, hay que estar empapados de todo. Te go que reconocer que en mi caso como tal yo nunca llegué a ser periodista y sería jugarle al Óscar si digo que lo fui en algún momento, pero sí él siente que es una forma de alcanzar la fama fácil y ocurre que pierde la chamba, pero de repente llega al otro trabajo donde le dicen que puede sobresalir y ya no sabe que onda porque se le "voltea la mesa".
El hecho de que un periodista sea famoso, como suele ser hoy en día ¿Para ti es válido?
Desde luego que no. La verdad que sí involucra todo el tema de la ética y en ese aspecto, pues desde luego que no, pero también es cierto que existen estos periodistas.
Y por ejemplo, no quiero ser incorrecto ni nada, pero ahora que ocurrió esta tragedia del Huracán en Acapulco o cuando fue el terremoto del 2017 y todas estás cosas, tenemos de repente en redes sociales noticias de fraudes, robos, crímenes y vemos la fuente y nos ponen: "una fuente muy confiable".
Ahí es que cuando más tratar el asunto del periodismo deshonesto, yo lo que trato de retratar en esta novela es la cuestión del criterio, como es que generamos nuestro propio criterio como lector.
De David a Óscar ¿Cómo lo defines?
Óscar es un desastre (ríe de nueva cuenta), un personaje deleznable que yo creo tenemos dos formas de abordarlo: o nos cae bien por su cinismo o nos cae mal por su cinismo, pero creo que al final no deja de ser un personaje humano y creo que puede volverse un personaje entrañable. Y si no, es un cuate que es sabroso odiarlo.
Hay una frase que se nos dice mucho a los periodistas que es: no regales tu trabajo; y él lo hace
Sí, ahí es la voz de la desesperación de llegar a un punto en el que se regala porque pues no sabe que va a pasar y no importa, lo que necesito es que me acepten. Eso nos pasa a todos en todos lados y te avientas a ganar "prestigio" regalando tu chamba.
Por decirte algo, como autor, pues es muy frecuente que aparezca ese alguien que te dice: "te doy la mitad y vamos a hacer esta publicación" y luego te das cuenta que ese dinero no es la mitad, sino que es bastante más de la mitad y no lo digo por SM porque con ellos ha sido completamente distinto, pero sí me pasó al principio que me salían oportunidades en el que dices: "¡Aaay! Va a ser un honor que me publiquen, pero ¿A qué precio? ¿Valdrá o no la pena?
El tema del Crímen del Hombre Océano ¿Cómo surge?
Había que meter a Óscar en problemas y de repente la Ciudad de México se presta para escenarios de todo tipo, ya lo verán en la portada y contraportada y pues vamos a ver cómo lo hacemos.
Se me van ocurriendo diferentes lugares para que ocurra este crimen y entre canciones, ideas y la cotidianeidad te va jalando y estaba tratando de ponerle un nombre que jalara; llegué a este y me pareció lo suficientemente bonito, esa es la verdad.
¿Qué significa esta obra para ti?
Es sin duda el libro más serio, tengo otros dos libros publicados, pero puedo decirte con mucho orgullo que fueron autopublicaciones, trabajos que hice en familia con la ayuda de primos que ilustraban; una amiga que me ayudó con la ilustración.
Fue una experiencia lindísima, pero ninguno como este que ya fue a través de una agencia literaria y fue Verónica Flores la que empezó a mover gestiones con SM y a ellos que apuestan por mí y además, que es mi primera novela, porque los demás son cuentos ilustrados.